Redacción. Barcelona
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha realizado un estudio previo a las elecciones autonómicas que se celebrarán en Cataluña el próximo 27 de septiembre del que se desprende que la sanidad es el octavo problema para los catalanes cuando son preguntados por cuáles son sus máximas preocupaciones en la actualidad.
Así, se sitúa por detrás del paro, la independencia, la financiación, la corrupción, los problemas económicos, el derecho de autodeterminación y las relaciones con el Estado. Sin embargo, está por delante de otros conceptos como los problemas sociales, la inmigración, los recortes o la educación, entre otros.
Las candidaturas partidarias de la independencia de Cataluña podrían obtener una ajustada mayoría absoluta en las elecciones autonómicas del próximo 27 de septiembre, según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecha pública este jueves. La suma de Junts pel Sí y la CUP sería de entre 68 y 69 escaños. La mayoría absoluta está situada precisamente en 68 parlamentarios.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha situado en esa mayoría de 68 escaños la línea sobre la que se lanzaría a mantener el proceso independentista tras las elecciones. En porcentaje de voto estimado, la suma de las dos candidaturas sería del 44 por ciento de los votos válidos.
Precisamente, los Consejos de Colegios de Médicos, Enfermeras, Farmacéuticos, Veterinarios, Odontólogos y Estomatólogos, así como los Colegios de Psicología, Fisioterapeutas y Podólogos de Cataluña han elaborado un decálogo sanitario dirigido a todas las formaciones políticas con el objetivo de defender y mejorar “una sanidad pública de calidad y universal”.
A su juicio “la sanidad pública catalana ha de poder mantener su sostenibilidad sin perder la alta calidad asistencial, docente y de investigación y establecer con el máximo consenso un proyecto de futuro con los recursos adecuados generados por sus ciudadanos”. De igual manera creen fundamental que se preserve “la singularidad y diversidad” de su modelo sanitario”. Y que no se utilice la sanidad como herramienta de confrontación partidista.
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