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La OCDE lanza a España al modelo catalán que ahorra 282 millones en sanidad

El ente internacional destaca también otros dos sistemas autonómicos de eficiencia económica

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.

11 may 2023. 08.00H
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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha seleccionado algunos de los proyectos de atención sanitaria integral de todo el mundo que han demostrado ser más exitosos tanto para ofrecer una respuesta a los pacientes crónicos como por su capacidad para reducir el gasto en sanidad. Entre estas iniciativas de referencia figuran tres planes desarrollados por comunidades autónomas. Uno de los más reconocidos ha sido el programa Hospital a Domicilio Cataluña, que la entidad internacional aboga por extender a todo el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS).

El organismo que representa a las grandes potencias mundiales ha puesto como ejemplo la implementación del proyecto que la Generalitat aprobó en 2006 para brindar una asistencia en sus hogares a perfiles de enfermos que normalmente requerirían de un entorno hospitalario. Los informes han revelado que trasladar el proyecto a todo el conjunto de España se traduciría en un ahorro de 6,03 euros por persona al año entre 2023 y 205. Es decir, un saldo positivo de 282 millones durante cada ejercicio para las arcas públicas.

“El objetivo del proyecto es mejorar las experiencias y los resultados, al tiempo que reducir los costos. Los hallazgos de este análisis indican que el programa se alinea con muchos criterios de mejores prácticas y tiene el potencial de ser transferido a otros países de la OCDE y la UE27”, han concluido los autores del informe internacional.

El programa de asistencia domiciliaria catalán permite al paciente instalarse en su hogar, ya que una enfermera realiza visitas diarias que duran alrededor de 40 minutos. Los profesionales sanitarios tienen acceso a todos los datos electrónicos del enfermo durante el encuentro y en contacto con el médico del hospital con una aplicación.

Entre las intervenciones se incluyen pruebas periódicas, tratamientos intravenosos u oxigenoterapia. La iniciativa está abierta a perfiles con enfermedades agudas, crónicas o a pacientes quirúrgicos que no tengan un alto riesgo de deterioro clínico grave. Y todos deben contar con un cuidador.

Los datos ofrecidos por el programa han demostrado una buena acogida de la iniciativa ya que el 80 por ciento de los pacientes elegibles ha aceptado participar. Sin embargo, apenas un 1,3 por ciento de las personas que ingresan en un hospital cumple con todos los criterios para poder participar en el proyecto, lo que limita su alcance.

En el capítulo de pros y contras, la OCDE ha advertido de que la iniciativa también representa un cierto “riesgo” de que se excluya a los pacientes con entornos de vida más inestables. Aunque también ha reconocido que este tipo de programas permiten a los profesionales sanitarios tener un mayor acceso a la información sobre los determinantes sociales de la salud de sus pacientes.


La atención personalizada de Andalucía


Otra de las iniciativas que ha encumbrado el organismo internacional es el Plan de Acción Personalizada (PAP) que Andalucía desplegó en 2016. Este proyecto permite abrir un proceso en el cual médicos y pacientes colaboran estrechamente para desarrollar un plan de tratamiento longitud. Desde hace dos años, esta herramienta está abierta también a pacientes con insuficiencia cardíaca o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), lo que representa un nicho de más de 200.000 personas en la comunidad autónoma.

La iniciativa contempla una evaluación previa por un equipo multidisciplinar de sanitarios para desarrollar un plan de atención optimizado, la fijación de los objetivos, el registro del proceso, un apoyo continuo a los pacientes y sus cuidadores, así como reuniones de seguimiento para revisar el progreso y planificar los siguientes pasos.

La OCDE ha concluido que esta modalidad permite reducir la utilización de la atención médica en el servicio de salud, lo que se traduce en un ahorro de hasta el 23,5 por ciento de los costes sanitarios. Las cifras han concluido que solo entre 2018 y 2019 se produjo una caída del 9 por ciento en las visitas a Atención Primaria entre los participantes en el PAP. También disminuyeron un 3,4 por ciento las consultas con Enfermería. Mientras que los episodios de emergencia cayeron un 3,3 por ciento.

Resultados del Plan de Acción Personalizada (PAP) de Andalucía. Fuente: OCDE


Paralelamente, también se han moderado otras variables como los episodios de hospitalización no planificados, las visitas domiciliarias del médico o de la enfermera de Familia los ingresos hospitalarios. “Las experiencias de los pacientes han mejorado desde la introducción del programa PAP. La investigación de la literatura más amplia sobre planes de atención personalizada muestra que conducen a pequeñas mejoras en los resultados de salud objetivos”, han apuntado los evaluadores.


Modelo de asistencia integral del País Vasco


La OCDE también ha colocado en su lista de programas exitosos el modelo de atención integral desplegado por el País Vasco para pacientes multimórbidos. El proyecto activado en 2010 permite hacer una evaluación inicial de la situación, desarrollar un plan terapéutico individualizado, altas hospitalarias coordinadas, programas de empoderamiento para apoyar la autogestión y un apoyo de los sistemas de información de la salud. Tiene un alcance de 69.000 pacientes elegibles.

Los autores han concluido que los costes sanitarios medios de las personas que acceden a esta iniciativa son hasta un 5 por ciento más bajos que el del resto de personas, fundamentalmente gracias a la capacidad para prevenir ingresos. “El modelo de atención integrada aumenta los contactos con el sistema de atención primaria y reduce las hospitalizaciones”, han apostillado.

El informe ha celebrado además que esta iniciativa permite reducir las desigualdades a nivel sanitario entre los diferentes grupos socioeconómicos en la comunidad autónoma ya que los perfiles “más desfavorecidos” experimentaron una mayor caída en el uso de los hospitales. “La herramienta de estratificación de riesgo utilizada para identificar pacientes elegibles cubre a toda la población, incluidos aquellos en grupos de población prioritarios”, han agregado.
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