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La gestión sanitaria mixta o directa enfrenta posturas de cara al 12M

PSC, Junts per Catalunya y PP abogan por la primera, mientras que ERC y Comuns se decantan por caminar hacia la segunda

Debate organizado por el Cercle de Salut en el Col·legi Oficial de Farmacèutics de Barcelona.

07 may 2024. 20.00H
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El modelo sanitario del sistema catalán enfrenta a los partidos que se presentan a las elecciones del Parlament de Catalunya de este domingo 12 de mayo. Por un lado, PSC-Units, Junts per Catalunya y el Partido Popular (PP) abogan por la gestión mixta que ha caracterizado tradicionalmente el sistema sanitario catalán, mientras que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), en el Govern, y Comuns Sumar se decantan por avanzar hacia la gestión directa.

El portavoz sanitario de ERC, Jordi Albert, ha hecho hincapié en la gestión de la Generalitat de Catalunya y su propuesta de que el "sistema tienda hacia el 100 por cien público", aunque ha reconocido que "la relación público-privada no tiene los días contados, ni mucho menos". En ese sentido, ha destacado de las estructuras de Función Pública, "aunque son más rígidas en el ámbito privado, son más garantistas", en un debate organizado por el Cercle de Salut en el Col·legi Oficial de Farmacèutics de Barcelona.

Por su parte, desde Junts per Catalunya, Jordi Fàbrega ha manifestado que "la provisión no debería ser un tema de debate, sino que el tema de debate debería ser la calidad asistencial". En esa línea, ha remarcado que "la cohesión de Cataluña depende del sistema sanitario", por lo que "hace falta reforzarlo y mejorarlo". Fàbrega ha defendido el sistema sanitario catalán ante el español o el de Venezuela y la colaboración público-privada, a la vez que se ha mostrado contrario a internalizar el servicio de rehabilitación o el transporte sanitario.

La portavoz sanitaria del PSC-Units, Sara Jaurrieta, ha instado a una "remodelación de la Administración Pública, una auditoría y reforma del sistema sanitario", para adaptarlo a las nuevas necesidades y "dotar a la Primaria de más protagonismo", huyendo del hospitalocentrismo. En cuanto al modelo sanitario de Cataluña, ha reconocido que se caracteriza por la gestión directa y conciertos sanitarios, a la vez que ha introducido el "papel de los municipios", con los que debería haber mayor gobernanza.

En la línea de ERC, Núria Lozano, portavoz sanitaria de Comuns Sumar, ha criticado que Cataluña sea una de las comunidades autónomas "con grados de mayor sofisticación con la colaboración público-privada". En un contexto de falta de recursos, ha agregado que destinarlos a la gestión mixta "supone un cierto encubrimiento del servicio público y una limitación". Por todo ello, se ha decantado por un "sistema de provisión, control y auditoría pública, también para operadores privados", con el horizonte en diez años de "blindar los servicios públicos y reducir las externalizaciones".

Por último, la portavoz del PP, Àngels Esteller, ha defendido a ultranza el "sistema sanitario público catalán con provisión mixta". No obstante, manteniendo el modelo, ha apostado por una reforma estructural que haga la organización "más eficaz y eficiente, capaz de atender las nuevas demandas, más ágil y rápido", además de que sea menos costoso e ir a procesos más resolutivos.

Reproches por el Pacte Nacional de Salut


Uno de los asuntos que ha generado más confrontación en el debate, y ha sido una novedad respecto a la tónica habitual de encuentros sanitarios y sede parlamentaria, es el Pacte Nacional de Salut de Catalunya. Fàbrega, de Junts per Catalunya, ha lamentado que su grupo parlamentario le ofreció al conseller de Salut, Manel Balcells, "blindar el Pacte y no fue posible. Hace falta uno con el máximo número de fuerzas para garantizar el sistema que tenemos y la financiación", por lo que se ha comprometido a "activarlo" en la próxima legislatura.

También Lozano, de Comuns Sumar, ha reprochado a ERC los trabajos del Pacte Nacional de Salut, ya que ha expresado que "todas las fuerzas nos comprometimos e hicimos muchos esfuerzos, a diferencia del Departament. No fue un intento adecuado y lo valoramos negativamente, como una oportunidad perdida".

En defensa del Pacte ha salido al paso Albert, de ERC, para señalar que si se hubieran aprobado los presupuestos de la Generalitat de 2024, que provocaron el adelanto electoral, "hubiéramos tenido el Pacte Nacional de Salut operativo en junio". Por último, Jaurrieta, del PSC-Units, ha evitado la confrontación y ha pedido "consenso en el Pacte en los acuerdos de mínimos para que la sanidad sea un continuo a lo largo de los años".

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