El 27 y 28 de octubre de 2018, el Ayuntamiento de
Balaguer acogió la decimoprimera edición de la
Feria de Alimentación y Salud, organizada por dos entidades relacionadas con el
agricultor pseudocientífico Josep Pàmies: Slow Food y Dolça Revolució. De hecho, de esta última asociación fundada por él, Pàmies se apartó a finales de 2018 para desvincularla de posibles consecuencias penales, según relató a la prensa local.
Un evento que ha costado a
las arcas públicas un total de 11.107 euros, según ha confirmado
Redacción Médica a través del consistorio. El
acceso a la feria, además, no era gratuito: la entrada de un día costaba 5 euros; y 8 euros los dos días. En concreto, la
cesión del pabellón municipal donde se celebró la feria costó 836 euros. A ello hay que sumar los
9.000 euros de subvención otorgada mediante convenio entre el Ayuntamiento de Balaguer y el ‘Centre dìniciatives rurals de la plana de Lleida’.
El Ayuntamiento de Balaguer también costeó e
l mantenimiento y limpieza por un total de 419,16 euros; el pago de
la luz (57,12 euros); la
policía, que se incrementó con un efectivo más por tuno de mañana y de tarde, lo que supuso 110,80 euros en total.
La feria contó con una subvención pública de 9.000 euros
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El consistorio que rige
Jordi Ignasi Vidal (ERC) también pagó con dinero público
la publicidad de la feria: 195 euros más IVA en el Diari Segre; 270 euros más IVA para el Diario La Mañana; y 217,92 euros para Radio Balaguer.
Todo ello para favorecer el desarrollo de un
evento para la difusión de pseudociencias como la
orinoterapia, que entiende la orina como un elemento con propiedades curativas a pesar que desde el siglo XIX está constatado que no hace ningún bien al paciente. También hubo otro evento dedicado al
Jinsei Ki, que asegura sanar con los dedos; otro a la relación entre el “gazpacho, el cáncer y la coherencia”.
La feria también abordó el
“Retorno ancestral a las plantas sagradas de Cataluña”; la
“Sangre holográfica”; la teoría desmontada por la ciencia de que las señalas wifi o bluetooth afectan a la salud; u
“Ormus: el elixir de la vida”, que también ha sido denunciado como otro de los grandes timos por carecer de toda evidencia científica.
Varias multas de la Consejería de Salud
La feria, que ya tiene fecha para volver a celebrarse en 2019, tuvo en esta undécima edición un contexto complicado. Un día antes de arrancar se hacía público que la Consejería de Salud catalana había sancionado a Josep Pàmies
con 600.000 euros por promover una conferencia en Balaguer y difundirla en directo por Facebook en la que promocionaba el uso de dióxido de cloro, declarado medicamento ilegal y lo relacionaba con la cura del autismo.
Salud, que ya avisó a Pàmies de esta sanción, inició el expediente por una
infracción muy grave del artículo 5 del texto refundido de la Ley de Garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios por el hecho de hacer promoción, publicidad e información destinada al público de productos o preparados con fines medicinales que no están autorizados como medicamentos.
Tres días antes de la feria, en la página de facebook de la asociación Dulce Revolución se denunciaba además que la Consejería de Salud pretendía multarles por haber publicado una información sobre los ‘beneficios’ del dióxido de cloro,
el peligroso MMS. En ese mismo texto explicaban que, tras
una multa anterior de 30.000 euros, ahora la sanción ascendía a 90.001 euros como responsables de informar y promocionar este falso fármaco del que
hasta la Aemps emitió una alerta.
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