El Consorcio Sanitario de Terrassa ha sufrido la suspensión de su autonomía de gestión, dado el déficit presupuestario que ha acumulado en los últimos años. De hecho, en 2015 cerraron el ejercicio con 5 millones de euros, lo que en total y desde su creación suponía un déficit acumulado de 33 millones de euros.
El centro aclara que esto no va a suponer la intervención directa de la Generalitat. “No va a haber un desembarco de auditores pero sí que se ha recortado parte la autonomía gestora que teníamos, que ahora ha pasado al Govern en espera de unas cuentas que nos devuelvan a la situación anterior”, matizan fuentes del Consorcio. Así, seguirá siendo administrado por el Consejo de Gobierno y la dirección actuales.
Para ello, como indica la organización en una nota de prensa, se hace necesario en un plan de viabilidad que han aprobado el Ejecutivo y el Consorcio, y que será presentado a los trabajadores el jueves, según ha podido saber este medio. En este sentido, el organismo aclara que esta situación no va a afectar ni a los pacientes ni a la plantilla. Afirmación que estos últimos reciben con cautela, según han señalado a Redacción Médica.
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