La consejera catalana de Agricultura, Ganadería y Pesca,
Teresa Jordà, ha colocado de nuevo en el centro la polémica de salud pública: la
aprobación esta misma semana, por parte del Govern, de un decreto que permite la
venta directa de leche que no ha sido consultada con las autoridades sanitarias. Jordà ha comparado en un programa de radio tomar leche cruda con intentar comer "un muslo de pollo" a las cuatro semanas de tenerlo en la nevera. Unas declaraciones que no han hecho más que avivar el debate.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación,
Luis Planas, afirmaba poco después que la venta de leche recién ordeñada a pequeña escala, tal y como ha autorizado la Generalitat de Cataluña, es una competencia de las comunidades autónomas, mientras que varias asociaciones de consumidores advertían de los elevados riesgos sanitarios que entraña para la salud esta venta. Desde ahora, cualquier usuario en Cataluña podrá comprar y consumir leche recién ordeñada a pesar de sus potenciales riesgos, ya que puede contener
baceterias peligrosas como salmonella, listeria, brucella, staphylococos aureus y campylobacter jejuni, entre otras.
El domingo 22 de julio, Teresa Jordà ha participado en un programa de radio cuando hizo una comparación para defender la leche cruda que ha dejado boquiabiertos a muchos. "No hay ningún peligro. En absoluto. O hay el
mismo peligro que abrir la nevera y coger un muslo de pollo e intentar comértelo a las cuatro semanas de tenerlo allí", defendía la consejera en el programa Vía Lliure, de
RAC- 1. Jordá defendía hace solo unos días el "valor biológico y gustativo" de este producto.
Los riesgos de consumir leche cruda
La Organización de Consumidores y Usuarios (
OCU) ha advertido de que la
leche cruda, sin tratamiento térmico, puede contener
bacterias patógenas y su consumo puede ocasionar "
riesgos sanitarioes elevados", especialmente en niños, embarazadas y personas mayores, entre los cuales se describen casos de meningitis bacteriana. Así lo alerta la OCU tras la reciente aprobación en Cataluña de un decreto para regular la venta directa de leche cruda de vaca.
Sobre la indicación mencionada en el decreto de
hervir la leche para evitar riesgos, la entidad considera que la seguridad en el consumo "no debería recaer" en los consumidores y que las autoridades "deben
garantizar la seguridad alimentaria por encima de cualquier otro factor". En este sentido, la OCU cree que la comercialización de productos por pequeños productores, de cercanía, alejados de las grandes cadenas de comercialización, "no puede nunca estar ajena a la seguridad alimentaria ya que un alimento, por definición,
debe ser seguro".
Como ejemplo, recuerdan la alerta surgida por el consumo de queso fresco elaborado con leche cruda el pasado febrero, cuando la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición retiró los productos afectados, de la marca
Ohian Txiki Koop, por contener '
Listeria Monocytogenes', una peligrosa bacteria que, de hecho, provocó un caso de meningitis.
La organización añade además que, si la "supuesta" ventaja de consumir leche cruda radica en que las propiedades nutricionales de la leche se encuentran
intactas, "hay que saber que, una vez se realiza el hervido en casa, estas se deterioran en mayor medida que en el caso de la
leche pasterizada".
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