El 40% de los catalanes no acudiría a la pública por una enfermedad grave

El 40,4 por ciento de los pacientes catalanes asegura que no acudiría a un centro sanitario público para tratarse de una enfermedad grave, según se desprende del último Barómetro Sanitario de Cataluña de 2017, elaborado por el Servei Català de la Salut (CatSalut).

Los encuestados han afirmado que confían en los servicios privados para tratarse las afecciones que presentan una mayor gravedad, una tendencia que sigue una progresión alcista desde hace años y que no se ha revertido pese a la aplicación del artículo 155.

Además, los pacientes tienen quejas en cuanto a las listas de espera, el talón de Aquiles de la sanidad catalana. Los usuarios se muestran molestos con el tiempo que pasa desde que piden la cita y los días o semanas que pueden tardar en ver al especialista, por grave que sea la dolencia.

Es necesario destacar que los dos puntos en los que también inciden los usuarios catalanes son los siguientes: el tiempo que deben esperar para que les practiquen una cirugía mayor ambulatoria, aquellas que tienen una duración menor a los 90 minutos y en las que el paciente puede volver a casa el mismo día. Por último, exigen una atención más personalizada, similar al trato que se puede recibir en la sanidad privada, en la que el médico puede permitirse un mayor tiempo en cada consulta.

Mejor valoración que en 2016

Pese a lo expuesto, los usuarios se muestran más satisfechos con el trato recibido en 2017 que en el año anterior. Así, se puede destacar que mejora la valoración sobre la asistencia sanitaria recibida, llegando hasta el 7,4, y muy cerca se queda la prestada en la Atención Primaria. Las Urgencias son el servicio que menos puntuación obtiene, un 6,4, aunque a pesar de ello también ha mejorado la opinión sobre ella.