Hasta
cuatro directivos sanitarios catalanes tienen un salario superior que el consejero de Salud de la Generalitat, Antoni Comín. Se trata de
Catalina Ana Cabrer Barbosa, directora de Barnaclínic, con 122.054,14 euros;
Olga Pane Mena, gerente del Consorcio Mar Parc de Salut de Barcelona, con 126.270,78 euros;
Albert Salazar Soler, gerente de la Fundación de Gestión Sanitaria del
Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, con una sueldo anual de 120.003,10 euros; y
Joan Xavier Comella Carnice, director de la Fundación Hospital Universitario Vall d’Hebron – Instituto de Investigación, con 110.000 euros.
Comín, por su parte, tiene un salario de 109.663 euros anuales por su trabajo al frente de la Consejería. El mismo que tiene
Candela Calle, directora del Instituto Catalán de la Salud; o
Josep María Campistol, director general del Hospital Clínic de Barcelona. Una coincidencia que no es casualidad sino que responde al salario máximo que la Generalitat acordó en 2014 para sus directivos, y que, visto lo visto, todavía no ha sido aplicado a todos los altos cargos públicos. De hecho, según informa el diario El Mundo, es ahora cuando el Govern va a impulsar definitivamente el decreto necesario para que este acuerdo, casi tres años después, se materialice.
Comparado con los salarios del
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para 2015,
Comín ingresa 40.681,12 euros más al año que el ministro sanitario, que tiene una retribución al año de 68.981,88 euros. Del mismo modo, el consejero supera en apenas 1.240,64 euros al año el salario asignado al secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, con un sueldo de 108.422,36 euros.
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