El consejero de Salud, Antoni Comín, continúa con los cambios en su Consejería y ha reestructurado el departamento con la intención de fortalecer la Secretaría de Salud Pública para “velar por la mejora de la salud individual y colectiva mediante la ejecución de políticas específicas”. Así, esta Secretaría, a través de la Dirección General de Ordenación Profesional y Regulación Sanitaria, asume las funciones del extinto Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas y Sanitarias y se refuerza la implicación de los colectivos de trabajadores sanitarios.
En concreto, se ocupará de “los procesos médicos y sanitarios en materia de incapacidades laborales”, así como establecer las directrices de la salud catalana en base al Plan de Salud y al Plan interdepartamental, y establecerá convenios “con entidades públicas o privadas”.
La Secretaría queda por lo tanto estructurada en varias Subdirecciones Generales. En concreto, la de Promoción de la Salud; la de Seguridad Alimentaria; la de Protección de la Salud, de Vigilancia y respuesta a Emergencias de Salud Pública; de Drogodependencias; de Salud Laboral; de Coordinación de la Salud Pública de Cataluña Central, Camp de Tarragona, Lleida, Alto Pirineo y Tierras del Ebro; de Salud Pública en barcelona y Girona; y, finalmente, el Servicio de Estrategia y Coordinación de Políticas de Salud Pública.
Además quedan integrados en el Departamento de Salud el Comité de Bioética de Cataluña, el Consejo Catalán de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias, los Consejos de la Profesión Médica y de Enfermería de Cataluña, así como el Consejo Asesor del Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas.
Comín da un paso más tras cambiar a todos los gerentes de las áreas de Salud, así como a la presidenta del Instituto Catalán de Salud.
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