Los problemas en Junts pel Sí ya
son de dos tipos: por un lado, el enfrentamiento entre los dos partidos que conforman la coalición,
PDC y ERC,
por el modelo sanitario; y por otro, el
malestar que ha generado el consejero de Salud en el Govern después de las últimas polémicas auspiciadas desde su departamento. La propia
Neus Munté, portavoz del Gobierno liderado por
Carles Puigdemont, recalcó en rueda de prensa que
la Consejería debería ser más discreta en sus negociaciones.
Fuentes del entorno gubernamental confirman a Redacción Médica que el malestar con Comín por parte del Ejecutivo catalán es patente. “Cada día ha aparecido una información nueva
de un caso tan delicado como la compra de un hospital y eso ha molestado”, afirman estas fuentes. Las mismas añaden que entre los periodistas del Parlament es habitual que se comente la incontinencia verbal de
Antoni Comín “y los problemas que les genera”.
Estas fuentes explican que
“Junqueras le dio el visto bueno para intentar la compra del hospital” pero nadie esperaba que lo publicitara tan pronto, un gesto que de momento solo ha servido para que la empresa propietaria del Hospital General de Cataluña haya bloqueado cualquier tipo de opción de compra. Situación que ha degenerado en que
trabajadores, pacientes e incluso alcaldes de las poblaciones que reciben atención por este centro se hayan visto afectados por algo que finalmente no va a ocurrir.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.