El consejero de Salud de la Generalitat,
Antoni Comín, ha visitado por primera vez el
Hospital de Igualada desde que un joven deportista, Gabriel Pérez, muriera el pasado mes de agosto por una
apendicitis tras haber acudido al hospital en reiteradas ocasiones por un dolor abdominal agudo sin recibir en ninguna de esas visitas la atención que requería.
El consejero aseguró que el análisis de la actuación del
hospital permitió ver que se habían producido “
errores en el
sistema”, y que no se trataba del error sólo de un profesional, aunque reconoce que “no es imposible que se produzcan situaciones indeseadas.”
Comín explicó en declaraciones a los medios, y recogida por
Regió7, que el error no fue únicamente profesional “sino que estábamos en el paradigma de un
sistema asistencial mejorable”, y es, por ello, según el consejero, que se tomó la determinación de pedir al hospital de Igualada que introdujera cambios en lugares determinados como urgencias o en el área quirúrgica,
“y estas medidas se adoptaron y se están aplicando”.
El consejero Comín aseguró que las medidas que se tomaron iban encaminadas a “dar garantías máximas para que se volviera a producir una situación como la de Gabriel Pérez”. Con todo, indicó que éste solo fue "un problema puntual”. “Nuestro sistema es extraordinario, y
el Hospital de Igualada está haciendo muy buen trabajo”, afirmó el consejero que recordó que los datos del centro indican que el nivel de la red catalana es
“uno de los mejores de Europa”. A raíz del caso, el Hospital de Igualada tiene abierto un expediente sancionador que aún no está finalizado. Y los próximos días se abrirá el proceso judicial.
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