Patricia Biosca. Madrid
Regiones tan dispares y alejadas como Cataluña y Andalucía tendrán dentro de poco algo en común: ser las únicas comunidades autónomas que tienen una regulación específica de la indicación, uso y autorización de la dispensación de fármacos y productos sanitarios por parte del personal de Enfermería. La llamada “prescripción enfermera” ha saltado de los titulares de la prensa especializada a los medios de comunicación generalistas y ha generado un encarnizado debate no solo entre los profesionales del sector, sino también en los parlamentos regionales.
Anotni Comín y Alba Vergés en el Parlamento.
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Las conversaciones entre el Gobierno catalán y los Colegios de Enfermería de Cataluña ya han comenzado para que “en breve” pueda aprobarse un texto largamente esperado por el gremio y del que el consejero de Salud, Antoni Comín, y su equipo ha hecho una bandera que incluso defenderán ante el Tribunal Supremo: buscan contrarrestar el Real Decreto nacional que impide que los enfermeros prescriban productos sanitarios o fármacos.
Para sentar las bases, tanto el Colegio de Enfermeros y Enfermeras de Barcelona (parte del grupo que asesora a Sanidad en la elaboración del texto) como la presidenta de la Comisión de Salud en el Parlamento catalán, Alba Vergés, admiten que el texto aprobado en Andalucía en 2009 es un espejo donde mirarse. “Claro que nos apoyamos en ese texto. Aquí las enfermeras han emitido alrededor de cinco millones de recetas y se ha evidenciado que el ciudadano está contento, los profesionales están contentos y no se ha disparado el gasto farmacéutico. Solo pedimos que se regule esa situación, como recogen en Andalucía”, afirma a Redacción Médica el presidente del Colegio de Enfermeros y Enfermeras de Barcelona, Albert Tort.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Salud y diputada por JxSí, explica que la intención es “fijarse” en lo que han hecho otras comunidades, “sobre todo si funciona”.
Los “entresijos” de la prescripción enfermera andaluza
Pero, ¿hasta dónde llega la reglamentación andaluza? El Decreto 307/2009,de 21 de julio de la Consejería de Salud (BOJA núm. 151,de 5 de agosto) establece que “la enfermera cuenta con una adecuada formación clínica y farmacológica, en su formación pregrado y postgrado, por ello, ante la necesidad de indicar un determinado fármaco que no necesite receta o de un producto sanitario, la enfermera debe tener la autonomía suficiente para, basándose en su juicio clínico, poder resolver con agilidad y en acto único las necesidades del paciente, sin necesidad de derivación a otros profesionales”.
En concreto, según el texto, los enfermeros pueden emitir “órdenes enfermeras” con la prescripción de productos sanitarios no sujetos a prescripción médica y hasta 96 medicamentos entre los que se encuentran antiácidos, laxantes, tratamientos para el dolor o la fiebre como paracetamol, antiinflamatorios a dosis bajas, vitaminas, sales de hierro y calcio o antihistamínicos.
Este último punto es la “línea roja” de las negociaciones entre médicos y enfermeros, y de donde surgen las mayores fricciones. “Se puede reconocer y dar seguridad a que las enfermeras puedan indicar, como han hecho en Andalucía, lo que son materiales propios de Enfermería, y en esto creo que no hay discusión por parte de ningún organismo sanitario en toda España”, asevera a Redacción Médica el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós. Él mismo se mostró a favor de la “recomendación e indicación” de productos sanitarios por parte de los enfermeros, y ha tendido la mano al diálogo para desbloquear este tema en Cataluña, yendo a contracorriente de la posición del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.
Fricciones entre médicos y enfermeros
Sin embargo sí que reconoce que médicos y enfermeros no se encuentran en total sintonía en su opinión de cómo debe ser la nueva reglamentación. “Hemos creado este espacio de diálogo, pero no quiere decir que estemos de acuerdo en todo. Aunque a la Administración le será más fácil legislar si existe este punto de encuentro razonable. Aquí en Cataluña no existe esa guerra entre médicos y enfermeros, pero no quiere decir que estemos cien por cien de acuerdo”.
En este punto, desde el Colegio de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona, piden calma: “En un principio pedimos que se regule la prescripción autónoma. Lo que no podemos exigir es que de primeras se apruebe un texto en el que se busca la prescripción colaborativa cuando antes a ti no se te ha regulado la propia”.
“Lo que está claro es que puede haber una delegación de funciones, no de competencias. Las competencias no pueden ser delegables”. Esa es la posición rotunda del Colegio de Médicos de Barcelona y que se puede extrapolar al resto de la comunidad médica en todo el territorio nacional, aunque fuera de las fronteras catalanas se muestran más críticos. “Hay ciertos recelos de que los enfermeros se conviertan en médicos “low cost”, y eso genera desconfianzas. Pero muchas veces el debate se encuentra más a niveles altos que a pie de calle”, dice Padrós.
El debate entre políticos
Y paralelamente a este debate, la administración se reúne (casi a diario, según afirman desde los colegios) con los enfermeros para dar luz verde “con la mayor celeridad posible” a un texto del que todavía se conoce muy poco. De hecho, el Gobierno de Cataluña aún no ha adelantado ningún plazo en el que podría estar aprobada la nueva prescripción enfermera propia, aunque desde Sanidad recalcan la palabra “brevedad”. “Estamos trabajando intensamente, aceleradamente y de forma participativa con ellos para poner la solución”, afirma Vergés, que tampoco adelanta plazos concretos, aunque asegura que se trata de una prioridad.
Sin embargo, desde la oposición han desmentido esta “buena sintonía” entre todas las partes. La portavoz del PSC en materia de salud en el Parlamento, Assumpta Escarp, afirmaba este miércoles que la prescripción enfermera catalana se encuentra “un poco encallada”, e instó al consejero a agilizar el proceso. "Mientras no hay una regulación, los enfermeros y enfermeras están utilizando el buen criterio de profesión y el sentido común, pero no tienen un amparo que les dé cobertura en las decisiones que pueden tomar en estos momentos".
En este sentido, desde el Colegio de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona adelantan que la Comisión de Sanidad debatirá en breve votar a favor de la reglamentación de prescripción enfermera regional, y que “todos los grupos”, a excepción del PP, que aún muestra dudas, aprobarán la moción. “Nos hemos reunido con ellos para explicarles nuestras demandas, y las entienden”, afirma Tort.
El “miedo” del día a día
Mientras, los enfermeros continúan su día a día, algunos con “miedo” tras la aprobación del RD el pasado mes de diciembre. “Es lógico porque cada uno reaccionamos de una manera diferente ante este tipo de cuestiones. Pero también es verdad que hay más códigos que rigen la acción de la Enfermería”, continúa su presidente en Barcelona, que asegura que también existe la posición de otros enfermeros a los que no les amedrenta un posible y teórico encontronazo con la justicia. “El objetivo es regular algo que se ha hecho desde hace tantos años que ya no se puede cuantificar. Lo demás es llevarlo a extremos que no llegan a ninguna parte”.
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