El consejero de Salud,
Antoni Comín, ha afirmado que “9 de cada 10 ciudadanos que han utilizado los servicios sanitarios públicos se declaran satisfechos”. El consejero ha hecho estas declaraciones durante la rueda de prensa en la que se han presentado los nuevos datos del 2015 de la
Encuesta de Salud de Cataluña (
ESCA 2015). En el acto también han participado el secretario de Salud Pública,
Joan Tiza, y la directora general de Planificación en Salud,
Pilar Magrinyà.
La encuesta es un instrumento clave para elaborar el Plan de Salud y tiene como objetivo conocer la
percepción de la población catalana sobre su salud, los estilos de vida y la utilización de los servicios sanitarios, y se elabora de forma periódica teniendo en cuenta grupos de sexo, nivel de estudios y clase social. Así, los datos de la encuesta de este año indican que 8 de cada 10 personas hace una valoración positiva de su estado de salud y, en cuanto al uso de los servicios sanitarios públicos, el ESCA muestra que 9 de cada 10 están satisfechos con los servicios utilizados, una tendencia creciente entre 1994 y 2015. Los datos de la encuesta muestran, además, que la personas que pertenecen a los grupos socioeconómicos más desfavorecidos y las que tienen niveles de estudio más bajos tienen una percepción peor de su estado de salud, sobre todo entre las mujeres.
Objetivo: combatir las desigualdades
El consejero de Salud ha destacado que “es fundamental el abordaje de los
determinantes sociales y económicos para combatir las desigualdades en el estado de salud de las personas”. Estas diferencias se hacen más evidentes cuando se analizan algunos comportamientos relacionados con la salud como tener unos hábitos de vida saludable. En cuanto a la actividad física, se observa que 4 de cada 10 niños tiene un estilo de ocio sedentario, es decir, que de media pasa dos o más horas cada día mirando una pantalla. La encuesta muestra como este estilo de ocio es más frecuente entre los niños de clase social más desfavorecida y con uno de los progenitores sin estudios.
Siguiendo con los niños, destacan las diferencias sociales en cuanto al consumo frecuente de productos hipercalóricos. El 40 por ciento de los niños que pertenecen en
clases sociales desfavorecidas hacen un consumo frecuente de comida rápida, bollería industrial, golosinas y bebidas azucaradas mientras que este porcentaje se sitúa en el 20 por cien de los niños de familias de clase social más favorecida o cuando uno de los progenitores tiene estudios universitarios.
Los datos indican que el profesional más visitado, tanto por hombres como por mujeres, es el de medicina general y sobre todo por las personas de menos de 15 años y las de más de 65. En el último año,
el 31 por ciento de la población ha visitado un servicio de urgencias y el 7 por cien ha sido ingresada en un hospital. Estos porcentajes son más elevados cuando se trata de mujeres, de grupos de edad más elevada o de personas de clase social menos favorecidas y aquellas con estudios primarios o sin estudios.
ENLACES RELACIONADOS:
Acceda a la encuesta de salud catalana.
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