Antoni Comín, consejero de Salud,
presume de revertir los recortes un 37 por ciento, pero el presupuesto consolidado previsto para 2017 tendrá un gasto por cápita de 1.186 euros, muy por debajo de los 1.297,5 por habitante de 2010. "Constatamos que continuamos muy lejos del
gasto en salud del año 2010, justo antes del inicio de los recortes", aseguran
Metges de Catalunya en un comunicado. Según el consejero, estos presupuestos "son los más sociales de la historia", aunque el gasto por habitante no alcanza a las cuentas de 2010, como denuncian desde el sindicato.
En total se dejarán de invertir 111 euros por habitante en la
sanidad catalana con respecto al año 2010. El sindicato asegura en el mismo comunicado que estas cifras "son las más bajas del Estado español y continúan muy lejos de la media de los países de la zona Euro".
De la misma manera, la consejería de Comín prevé una partida de
45 millones de euros para
reducir las listas de espera en el 2017, a pesar de que el plan de choque contemplaba en 2016 una dotación inicial de 96 millones de euros. Comín justifica esta rebaja a la gestión "eficiente" que se viene realizando desde diciembre de 2015 hasta diciembre de 2016, y en una previsión para el próximo año, de la que se espera una reducción de casi 4.000 personas.
"Simple suposición"
Para
Josep María Puig, secretario General de Metges de Catalunya, nada hace pensar que esa reducción se vaya a producir. "El presupuesto de Comín para reducir las listas de espera se basa en una simple suposición y nada nos hace pensar que las listas de espera se vayan a reducir al mismo ritmo del que espera él”, asegura Puig a Redacción Médica, que explica: “A medida que envejezca la población la demanda de operaciones e intervenciones subirá. Por lo tanto no sabemos qué datos maneja la consejería para hacer esta estimación”.
Puig ha aprovechado la ocasión para valorar los números que este pasado miércoles presentó Antoni Comín en comisión Parlamentaria que califica como “insuficientes”. “Nosotros reclamábamos que los presupuestos se pusieran a la altura de las necesidades reales de la salud catalana”, afirma.
Comín criticó durante su presentación que estos presupuestos no han recibido el
apoyo de los sindicatos, algo que no sorprende a Puig: “No existen razones para respaldarlos porque estos presupuestos se quedan cortos. Los trabajadores han visto mermados sus ingresos y sus derechos durante la crisis, mientras que la carga de trabajo se ha multiplicado”. El consejero llegó a definir estas cuentas como “las más sociales de la historia”, algo que para Puig no puede ser válido mientras siga congelada la paga doble. “No hay nada que agradezca a los profesionales los esfuerzos que han realizado para salvar la crisis”, concluye.
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