El
Departamento de Salud y el Consejo de Colegios Farmacéuticos de Catalunya (CCFC) han firmado un convenio de colaboración con el objetivo de poner en marcha la prueba piloto del proyecto
"Oficina de farmacia libre de papeles". El objetivo de este proyecto piloto busca fomentar la
transformación digital de las farmacias catalanas, que podrán gestionar electrónicamente el libro recetario, el libro de contabilidad de estupefacientes y los vales de estupefacientes.
Las primeras pruebas, que se desarrollarán durante los
próximos 15 meses, se han llevada a cabo esta semana en
16 farmacias de toda la comunidad, así como en cuatro almacenes mayoristas. Tal y como han señalado las dos instituciones firmantes se irán incorporando progresivamente más farmacias, ya que el proyecto prevé la obligatoriedad de la gestión electrónica para las
más de 3.200 farmacias de Cataluña
a partir de enero de 2024.
Para llevar a cabo estas gestiones, las farmacias utilizan la plataforma del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Catalunya llamada
Sifadata.
¿Cómo funciona la gestión electrónica de las farmacias?
El proceso de
gestión electrónica de la documentación farmacéutica sigue atendiendo la obligación de
anotar en el libro recetario las dispensaciones realizadas de medicamentos con sustancias psicotrópicas, las fórmulas magistrales prescritas con receta médica y los preparados dispensados.
En cuanto al libro de contabilidad de
estupefacientes, el proceso sigue la misma regla de obligación de anotar
todas las entradas y salidas de medicamentos y sustancias estupefacientes que se adquieren y dispensan.
De este modo, la anotación pasa a realizarse de manera digital, lo que
facilita la gestión documental de la farmacia, protegiendo los datos y permitiendo compartirlos por canales seguros, garantizando su integridad con firma electrónica, y permitiendo disponer de la información en tiempo real, lo que facilita a la oficina de farmacia la
presentación de la declaración anual de estupefacientes.
Finalmente, en cuanto a los vales de estupefacientes, que deben entregarse a los
almacenes mayoristas de la distribución en el momento de la adquisición de estos medicamentos, su gestión electrónica, permite además una visión de la trazabilidad de todo el proceso de compra, venta, y devolución de estupefacientes, desde la oficina de farmacia hasta el distribuidor.
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