El
traspaso de la Formación Sanitaria Especializada (FSE) a Cataluña, una de las reivindicaciones en materia sanitaria de los últimos consellers de Salut, como Manel Balcells, podría dejar de serlo. El conseller de Salut de la Generalitat de Cataluña entre octubre de 2022 y hasta este agosto cree sobre esta transferencia que
"se quedará en un cajón con el Govern del PSC".
Balcells repasa en una entrevista a Redacción Médica su gestión al frente del Departament y el
inicio de su sucesora, Olga Pané, que lleva consigo un cambio en las políticas sanitarias, de las manos de ERC a PSC, aunque el exconseller
ve por el momento cierto continuismo. Además de abordar el
futuro de Medicina del Deporte, Balcells apunta que
la financiación singular, y su impacto en sanidad, marcará el futuro del Govern de Illa.
¿Cambió en algo la relación entre el Departament de Salut y el Ministerio de Sanidad con la llegada de Mónica García?
Sí. De hecho, encontramos una importante sintonía con la ministra García en temas vinculados a la Salud Pública y la promoción de la salud como, por ejemplo, en la lucha contra el tabaquismo. Allí donde no coincidíamos es en la voluntad centralizadora que tiene el Ministerio de Sanidad esté quien esté. En este sentido, no estaba de acuerdo porque las competencias las tenemos nosotros como Generalitat. Por lo tanto, sí coincidíamos en la estrategia; no en el cómo, que es donde había discrepancias.
Yo no iba a los Consejos Interterritoriales. Pedí una relación bilateral con el Estado y la conseguí. Ahora ha cambiado, la consellera Pané va al Consejo Interterritorial y es otro planteamiento que tiene el Govern de su relación con el Estado. En todo caso, hubo una buena sintonía con la ministra y un cambio que valoré muy positivamente.
¿Se produjo algún avance en la negociación del traspaso de la gestión de Formación Sanitaria Especializada?
No. Una de las cosas que nosotros reclamábamos era
tener la competencia y aquí no hubo manera. El bloqueo del Estado era elevado. Otra de las cosas que negociamos es el tema de la reclasificación de los niveles profesionales. Quedamos en que ellos lo activaban, lo movían, lo trabajaban y es el momento de plantear en qué punto está.
¿Cree que se va a quedar en un cajón con el Govern del PSC?
Sí, creo que se quedará en un cajón. No es una reivindicación prioritaria por parte del Govern del PSC. En los pactos de investidura del presidente Illa se priorizó el tema de la financiación singular, sobre todo para dar salida a la financiación sanitaria, que es donde hay el mayor déficit. El tema del traspaso no entró y no creo que sea una prioridad para el Govern del PSC; yo diría que todo lo contrario.
¿Y en cuanto a las cinco acciones que exigió al Gobierno para fidelizar sanitarios?
No, y
ahora sería el momento de volverlas a reclamar. Pero depende mucho de la actitud del Govern de la Generalitat. Nosotros reclamábamos la posibilidad de hacer la acreditación de médicos extranjeros de forma diferida a través del Col·legi de Metges, con una delegación para poder activar este mecanismo. Sobre el incremento de plazas de Formación Sanitaria Especializada, creo que va para adelante porque hay necesidad por parte de todos y hay facilidad para que se pueda incrementar al máximo la capacidad docente. Aparte de esto, no creo que haya más facilidades para tener más capacidad de decisión desde aquí y el Govern del PSC no apretará.
¿Ve viable la propuesta del secretario de Estado de Sanidad de que los médicos sin especialidad contratados asuman el compromiso de concurrir al MIR y coger una plaza?
Es viable y no es mala. Hay muchos médicos sin especialidad que realizan tareas de cobertura porque no hay suficientes médicos titulados y veo como una buena medida que tengan la obligación de presentarse porque hay muchas plazas de médicos de Familia que no se cubren.
De la misma forma que estos médicos de los que no tenemos la garantía de su formación, creo que cuando trabajan deben tener la tutela de otro médico. Igual que hacemos con los médicos residentes, si tenemos un médico del que no tenemos la garantía de su formación o que no tiene la especialidad y nos está ayudando en el sistema de forma transitoria, debería tener la tutela de algún médico especializado para garantizar la seguridad.
¿En qué otras políticas coincidió con el Ministerio?
Encontré bien el hecho de que los médicos de Familia y pediatras puedan alagar su jubilación con el plus de la Seguridad Social. Hay muchos que lo hacen, incluso a media jornada, y ayuda mucho al momento de transición con la jubilación del 'baby boom' y mientras las hornadas nuevas aún no llegan. Creo que es una buena medida que personas preparadas de 65 años, plenas condiciones físicas y mentales y experiencia puedan continuar trabajando con un incentivo. Se han acogido muchos y está funcionando.
En febrero presumió de haber arrancado el compromiso a la ministra de reclasificar a los profesionales sanitarios en 2024. ¿Qué ha hecho el Ministerio desde entonces?
El Ministerio teóricamente lo está estudiando y está haciendo una nueva fórmula de clasificación en función de los créditos que supone cada una de las profesiones. Estaba en Comisión Técnica del Ministerio y deberían empezar a dar alguna respuesta porque se acaba el año y dijeron que sería durante este año. Corresponde a los gobiernos autonómicos y a los sindicatos rendir cuentas y exigir en qué punto está.
En cuanto a competencias autonómicas, ¿por qué no se avanzó hacia la jornada de 35 horas en sanidad o el reconocimiento de las especialidades de Enfermería?
En el tema de las 35 horas creo que llegaremos más pronto que tarde, pero debe ir de la mano de toda la Función Pública. Los sindicatos mayoritarios lo ven bien, pero creen que debe ir en sintonía con el resto de funcionarios públicos.
En cuanto al reconocimiento de las especialidades de Enfermería, hay un camino que se tiene que ir avanzando en dos sentidos. Uno es el reconocimiento de nuevas especialidades, que depende del Ministerio, y otro es que las nuevas especialidades a nivel de mercado laboral de Cataluña tengan su reconocimiento y mejora salarial, que corresponde al Govern de la Generalitat. Con el III Acord se empezó a reconocer las especialidades y pagarlas.
¿Qué iniciativas sanitarias no pudo culminar con el cambio de Govern?
Me hubiera gustado culminar la consolidación de la Agència Integrada Social i Sanitària, que ahora está en trámites parlamentarios. En el tema de las especialidades de Enfermería me hubiera gustado poder avanzar más. Y también hay un tema que me sabe mal que no se haya avanzado, que es el despliegue del nuevo plan de rehabilitación y fisioterapia, que creo que desgraciadamente no seguirá en las líneas que indicamos. Son cosas empezadas que no se han podido completar.
La falta de presupuestos e infrafinanciación sanitaria se prorrogan por el momento. ¿Cuál debería ser la partida destinada a Salut para 2025?
Todo el mundo está de acuerdo en que faltan mínimo 3.000 millones de euros. Faltaban 5.000 millones y con los dos presupuestos anteriores se fue cubriendo esta diferencia. Ahora, solo para hacer lo que hacemos, faltan mínimo 3.000 millones. Si queremos hacer más, faltarían más. Es muy urgente solucionar el tema de la financiación de la Generalitat y, también, de la sanidad.
Y este es un
compromiso que el PSC adquirió para la investidura. Si no cumple, no podrá aprobar presupuestos y el problema lo tendrá el Govern del PSC. Esto se pactó con PSC y PSOE. Es voluntad del Gobierno del Estado y de la presión negociadora del Govern de Illa. Si no se cumple la financiación singular, el sistema sanitario tendrá un grave problema de financiación. Y el sistema sanitario concentra el 40 por ciento del presupuesto de la Generalitat, por lo que quien estará en crisis será la Generalitat.
¿Confía en que el presidente Illa logre la financiación singular para Cataluña que selló en el pacto de investidura con ERC?
Confío que así sea, le va su futuro como Govern. Si no cumple, no tendrá el apoyo necesario de los votos, en este caso de ERC. Confío que sí, por el bien del país y si él quiere tener continuidad en el Govern.
La consellera Pané le ha agradecido en diversas ocasiones su trabajo como conseller. ¿Qué valoración hace de su gestión hasta el momento?
Es pronto aún, han pasado tres meses. Le agradezco a la consellera Pané la deferencia. De momento, han hecho continuidad. Pero hay algunas señales que me generan alerta en relación con la Atención Primaria y el apoyo que yo mismo impulsé; espero que no se detenga. Doy un cierto toque de alerta en el sentido de que se deje de tener Primaria como uno de los ejes principales. A día de hoy aún estamos un poco expectantes en ver las prioridades y la acción del Govern.
Se mostró crítico con el presidente del Cairos por decir que Primaria estaba mejor hace cuarenta años que ahora. ¿A qué conclusiones cree que llegará este Comitè?
Está todo por escrito y definido. Aquí creo que hay una cierta confusión. Un consejo asesor, debe aconsejar; y quien debe priorizar es el Departament y quien debe ejecutar es el Servei Català de la Salut. Es muy importante no confundir esto. Para mí, el Cairos debe actuar como un consejo asesor. Si actúa más allá, creo que hay un error de competencias y una amenaza. Sé que el grupo parlamentario de ERC velará para que esto no pase. Creo que hay un poco de confusión de funciones y no es bueno.
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