Argimon: "El embate pandémico que hemos sufrido va a volver"

Un año y medio después del estallido de la pandemia en España, la situación epidemiológica continúa dando aire a Cataluña, una de las comunidades autónomas más golpeadas por el Covid-19. Se mantienen algunas restricciones en la región, pero lejos de las decisiones que tuvo que tomar el Departament de Salut en cada una de las cuatro olas para gestionar el virus. El conseller de Salut, Josep Maria Argimon, da a conocer su experiencia en ‘Lecciones del Covid-19', el documento impulsado por Redacción Médica.

¿Qué balance hace de la gestión de la pandemia del coronavirus Covid-19?

La pandemia del Covid-19 ha supuesto el reto más importante a que se ha sometido nuestro sistema de salud en las últimas décadas y su gestión ha sido muy complicada. Hemos tenido que tomar medidas duras y drásticas para intentar controlarla lo mejor posible y, a veces, en la toma de decisiones delicadas también ha habido algún momento de soledad.

Así, por ejemplo, una de las decisiones más difíciles fue cerrar la actividad económica en la segunda ola frente a los datos de incidencia que llegaban. No se trataba de diez días sino de varias semanas, y afectaba a muchas personas. Y es que nos guste o no, la economía es salud. También llego el momento de ir reabriendo determinadas actividades económicas a pesar de que las cifras de contagios seguían siendo elevadas, y eso había que explicarlo apelando a la responsabilidad y a la solidaridad. Y nos hizo ver, también, que, desgraciadamente, la vida tiene un precio.

¿Cuáles cree usted que han sido los puntos más fuertes de la sanidad española a la hora de hacer frente a la pandemia? ¿Y los débiles?

En el caso de Cataluña, uno de los puntos fuertes ha sido la transformación del sistema sanitario público de salud, con infraestructuras flexibles y adaptables como la construcción en tiempo récord de los cinco hospitales satélites al lado de grandes centros hospitalarios, para ofrecer en cada momento la atención más adecuada a la ciudadanía, garantizando la continuidad asistencial, el acceso equitativo y la eficiencia en el uso de recursos. También destacar la respuesta asistencial desde la atención primaria. Los profesionales han sido y son el gran activo que hemos tenido en la lucha contra la pandemia. Su implicación, compromiso y resiliencia han sido fundamentales y deben seguir siéndolo, ante el nuevo escenario demográfico y las necesidades de salud de la ciudadanía.

Otro de los puntos fuertes ha sido, sin duda, la vacunación. Casi seis millones de personas tienen la pauta completa en Cataluña. Afortunadamente, en nuestra sociedad no hay grandes problemas de negacionismo ni rechazo.

"La salud pública debe tener músculo, no puede seguir siendo la cenicienta"

Por otro lado, la monitorización diaria de los datos a través del portal dadescovid.cat ha facilitado la toma de decisiones y ha permitido a profesionales y ciudadanía hacer un seguimiento diario de la pandemia. Esta transparencia en los datos y la investigación abierta han sido también claves para afrontar la pandemia, así como, el trabajo de los últimos meses y de manera continuada con varios expertos a la hora de asesorar las diferentes acciones de control de la pandemia. En este sentido, cabe destacar la formalización, en septiembre, del Comité Científico Asesor de la Covid-19.

En relación a los débiles, la pandemia ha frenado el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades comunes. Por eso es importante poder mantener los fondos Covid-19 del Estado para afrontar las secuelas derivadas de la enfermedad y hacer frente a una ola oculta de la pandemia, es decir, no propiamente Covid-19 sino de todo aquello que nos deja el coronavirus. Para la transformación del sistema, también son básicos los fondos europeos, que tienen que ser competitivos. No debemos perder la oportunidad de acceder a esta financiación.

¿Queda España preparada para afrontar una nueva pandemia de cara al futuro?

El embate que hemos sufrido va a volver. Si miramos hacia atrás, hemos vivido diferentes pandemias y, por esta razón, la salud pública debe tener músculo, no puede seguir siendo la cenicienta,- la última en el presupuesto-, sino que debemos reforzarla como elemento básico del sistema de salud y como instrumento de protección ante crisis sanitarias como la que estamos viviendo.

Al mismo tiempo, debemos fortalecer el sistema de salud y conseguir una financiación más cercana a la media europea. Cada vez es más apremiante, con una sociedad más envejecida, nuevos tratamientos cada día más innovadores. Es necesario un debate y un consenso para conseguir resolver este problema. Y la pregunta que todos los gobiernos debemos formular es si realmente estamos dedicando a la sanidad los recursos que necesita para dar respuesta a las necesidades de salud de nuestra ciudadanía.

"Los aprendizajes y los conocimientos adquiridos de la pandemia tienen que ser la palanca de cambio para la transformación del sistema sanitario"

De hecho, la sanidad estaba infrafinanciada incluso antes de la pandemia. Mientras que la media de gasto sanitario en Europa se sitúa en torno al 7,1 por ciento, en España estamos en la franja media-baja, con un 6,1. Eso no es nada nuevo, es el resultado de una larga trayectoria de infrafinanciación de la sanidad.

Los aprendizajes y los conocimientos adquiridos a raíz del impacto de la pandemia tienen que ser la palanca de cambio para la transformación del sistema sanitario.

¿Qué aprendizaje personal le deja a usted la pandemia del Covid-19?

La pandemia nos deja una lección de humildad y solidaridad. Por un lado, ni la muy avanzada ciencia médica ni los estados más poderosos del mundo han podido resistir al avance del virus en el seno de su población. Y por otro lado, también nos ha dejado una lección de solidaridad. La vacunación debe ser global para ser efectiva.

La pandemia también nos ha hecho aumentar la capacidad de resiliencia, especialmente en los momentos más duros, y a dejar de lado las conjeturas y las predicciones a largo plazo. En realidad, las decisiones se han tenido que ir ajustando día tras día en función de la situación epidemiológica, siempre con una mirada hacia al futuro, y teniendo en cuenta el equilibrio entre economía y salud.

"Debemos aprovechar las lecciones y aprendizajes del Covid-19 para construir sociedades más justas, más prósperas y más libres"

Otro aprendizaje es la importancia de la comunicación directa y honesta durante la pandemia. Estábamos gestionando situaciones complejas y teníamos que explicar de forma clara y cercana esta complejidad, y hacerlo con total transparencia.

A mi entender, debemos aprovechar todas las lecciones y aprendizajes de la pandemia para construir sociedades más justas, más prósperas y más libres.