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Se ha perdido la idea de la reforma del sistema sanitario catalán”, ha asegurado Lluís Monset, director general de la asociación catalana de entidades de salud (ACES). Cuando Antoni Comín, exconsejero de Salud de Cataluña, asumió la cartera de sanidad empezó un proceso de desconcertación que no pasó inadvertido por el sector privado. El directivo ha afirmado que: “No tiene sentido, pero lo entendemos porque al fin y al cabo el concierto es poder de la administración”.
La situación de la sanidad catalana es muy compleja,
el sistema está llegando al límite de su capacidad y las medidas de reorganización de los recursos y la optimización de los procesos no han dado los resultados esperados desde la consejería de Salud de la Generalitat.
El miércoles se conoció que las
listas de espera para una cirugía en Cataluña solo se han reducido un 0,6% en el último año, a pesar de que
los presupuestos han aumentado en más de 50 millones.
Una de las soluciones para reducir estas listas de espera podría ser una mayor colaboración entre la sanidad pública y las empresas privadas. “Ha quedado demostrado que
la cooperación entre el sector público y privado es beneficioso para ambos, porque desde los hospitales privados se podrían asumir una buena parte de los pacientes que están en las listas públicas”, señaló Lluís Monset.
“No culpamos a la consejería de Salut de la Generalitat de los problemas de las listas de espera, pero creemos que si desde el departamento se diesen más concesiones, el sistema podría aumentar su eficiencia y su productividad, porque
desde el sector privado estamos acostumbrados a basar nuestro éxito en el beneficio y la competencia”, concluyó Monset.
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