Dentro del mundo de supuestos que se abren tras las
elecciones del 21-D,
la presentación de la credencial del exconsejero de Salud Antoni Comín para ocupar un escaño en el
Parlamento de Cataluña, pone en peligro la mayoría independentista y que se invista como presidente a un candidato secesionista, pese a que no necesita ser diputado para volver a ser consejero.
Con las leyes actuales en el
Parlament, hay ocho diputados que no pueden votar en la sesión de investidura. Los que se fueron a Bruselas para eludir la justicia, que serían detenidos al entrar en España: El exconsejero de Salud,
Antoni Comín, y
Meritxell Serret de Esquerra Republicana y
Carles Puigdemont,
Clara Ponsatí y
Lluís Puig de Junts per Cataluña, y, además, los encarcelados
Joaquim Forn y
Jordi Sànchez de JxCat y
Oriol Junqueras de ERC. Con lo cual, los secesionistas tendrían 62 diputados en el Parlamento (los de JxCat, ERC y la CUP, si es que esta formación opta por el sí a un candidato de los dos anteriores) a favor de la investidura de un presidente independentista, y 65 (los de Cs, PP, CeC y PP), previsiblemente en contra de este supuesto en la segunda votación a presidente, que se decidiría por mayoría simple (más síes que noes).
A día de hoy, han presentado sus credenciales los tres diputados encarcelados, más Puigdemont y Comín. Si los tres restantes que aún no lo han hecho renuncian finalmente a su escaño, otros diputados de su formación podrían acudir en su lugar, Con ello que empatarían a 65 votos con el bloque no independentista en una hipotética votación. Al no renunciar Comín, los secesionistas no son mayoría y no sería posible la reedición de un gobierno independentista.
Las opciones del independentismo
Si ni Comín, ni ninguno de los otros diputados que no pueden acudir a la votación renuncian a su acta, las
opciones del independentismo para gobernar Cataluña pasan por que el Tribunal Supremo excarcele a los diputados electos en prisión, o una reforma exprés del reglamento del Parlamento de Cataluña que permita el voto telemático o delegar el voto a aquellos que no puedan acudir a las sesiones que se convoquen hasta el 2 de abril, límite tras el cual se convocarían nuevos comicios.
Pese a ello, Comín, en una entrevista a la revista El Siglo publicada este martes, confía en que “habrá un acuerdo rápido entre independentistas” y pasa la bola de la responsabilidad de la posibilidad de la formación de un Gobierno independentista al Gobierno central, del que se pregunta si “permitirá la investidura del president con todas las garantías. Si
Mariano Rajoy aceptará los resultados democráticos”.
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