"Me consta que existen contactos entre el Gobierno y Cataluña"

Santi Rodríguez, (Vilanova i la Geltrú, 1964) suma su quinta legislatura como parlamentario por el Partido Popular en el Parlament de Cataluña, “aunque aquí las legislaturas son bastantes cortas”. Durante estos años ha sido testigo directo de los recortes producidos en sanidad, así como la evolución del proceso secesionista. Su cargo como portavoz en la comisión de Salud por el grupo popular le permite controlar en primera persona la gestión del consejero Comín, que de entrada la valora “muy negativamente”.

¿Qué diagnóstico hace de la sanidad catalana?

El diagnóstico es preocupante, especialmente por la saturación en la que viven los servicios de urgencias de muchos centros hospitalarios. Este es un síntoma evidente de las deficiencias que presenta el sistema sanitario catalán, como el déficit existente en la Atención Primaria o la falta de financiación de los centros hospitalarios. Esto se manifiesta de una forma muy acusada en los colapsos que padecen los servicios de urgencias y en unas listas de espera exageradamente abultadas.

Estos dos problemas que usted menciona han llevado a muchas reivindicaciones, como las que se han producido en el Parc Taulí.

Efectivamente. Las derivaciones del Parc Taulí han llamado mucho la atención, por la manifestación que se produjo y por el cartel que una corriente de la CUP utilizó para anunciar esa movilización. Pero la situación de saturación del Taulí se está produciendo constantemente en la mayoría de los hospitales. En cuanto a las listas de espera, los datos oficiales que tenemos ascienden a más de 850.000 pacientes.

¿Cómo explicaría la reducción presupuestaría del plan de choque destinado a reducir las listas de espera?

Es preocupante. La dotación prevista para reducir las listas de espera era de unos 90 millones, que según el consejero debería de servir para reducir las listas de espera de forma inmediata, ahora este se ha visto gravemente diluido en los presupuestos. Según Antoni Comín estos revertirán los recortes, pero en realidad el peso del departamento de Salud se disminuye en referencia al conjunto de la Generalitat. En el ejercicio de 2016 el departamento de Salud gastó 1.000 millones de euros más, sin embargo el presupuesto de 2017 solo crece 400 millones. Por lo tanto, no solo podemos afirmar que este presupuesto será insuficiente, sino que también va a ser insuficiente para absorber el gasto adicional que hubo en 2016.

¿Qué valoración hace de la gestión que está realizando el consejero Antoni Comín?

A estas alturas y un año después de su toma de posesión, la valoración es muy negativa porque los principales problemas que él heredo no solo se mantienen, sino que se han incrementado. Las únicas decisiones firmes que ha tomado no han ido dirigidas a reducir la presión sobre la sanidad pública, sino todo lo contrario. Por ejemplo, él decidió unilateralmente suspender la provisión de servicios por parte de la Clínica del Valles. Toda esa asistencia ha sido absorvida por el Parc Taulí y el resultado de esa decisión es más que evidente. Nosotros estamos a favor de la sanidad pública y somos partidarios de potenciarla, pero antes de prescindir de cualquier tipo de proveedor externo hay que dotarla con más recursos económicos.

En referencia a esas derivaciones. Según fuentes consultadas por Redacción Médica, el número de derivaciones al hospital General están aumentando mes tras mes con respecto a cifras del año anterior. ¿Considera usted que la estrategia de ‘desprivatización’ del consejero Comín no es la más acertada?

Creemos que las decisiones que se tomen en materia de sanidad tienen que ir dirigidas sobre todo para mejorar la asistencia de los pacientes y en segundo lugar mejorar las condiciones de los profesionales. Lo que no se puede tener es la ideología como objetivo porque con esto lo que se consigue es poner en riesgo la sanidad pública.

Santi Rodríguez, durante una comparecencia en la comisión de Sanidad.

¿Son normales las constantes protestas de la CUP contra la política sanitaria de Comín mientras dan el visto bueno a sus presupuestos?

Es un tema perplejo. Que la CUP se vea avocada a dar el apoyo a unos presupuestos que no comparten es una gran contradicción. Pero el proceso secesionista les une y por eso deben de intentar seguir apareciendo como los que son contrarios a las políticas que están llevando el actual gobierno de la Generalitat. Es una situación bastante rara.

¿Cómo valora qué todavía no se hayan reunido la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, con el consejero Antoni Comín?

Me consta que la reunión va a ser inminente. La ministra ya ha tenido una reunión con la consejera de Asuntos Sociales y estoy al corriente de que la reunión con el consejero de sanidad será inminente. Que todavía no exista una fotografía entre ambos no significa en absoluto que no haya una relación entre administraciones de lo más normal y cordial.

¿Le consta personalmente que existen esas relaciones entre el Gobierno y la Generalitat?

Me consta que las hay, con las diferencias que existen entre ambos, pero las hay.

Entonces, ¿cuáles son las razones por las que Cataluña no ha enviado a nadie a la reunión del Grupo de Expertos para la reforma del sistema de financiación autonómica?

Ese es un reproche que le hemos lanzado al presidente Puigdemont, pero precisamente se ha constituido una comisión de expertos para hacer una valoración de la financiación de la Ley de Dependencia y ahí sí que la Generalitat ha mandado un experto. Me da más la impresión de que el gesto del presidente de la Generalitat de no asistir a la conferencia de presidentes es un mensaje dirigido a la ciudadanía catalana a fin al proceso secesionista, que no una necesidad real de participar en esa comisión. De hecho ante la negativa del presidente, el consejero de Economía le ha pedido al ministro de Hacienda una reunión bilateral para negociar aspectos de financiación.

Escuchándole me da la sensación de que las relaciones entre el Estado y la Generalitat son mejores de las que parecen públicamente.

Evidentemente las relaciones están presentes y existen. Y estoy seguro que entre ambas partes las discrepancias existen en muchos temas. También es cierto que, especialmente por parte de la Generalitat, hay muchas ganas de escenificación y de no tener según que fotos para contribuir a la alimentación del proyecto de independentista

¿Por qué no se ha adjudicado todavía el contrato de oxigenoterapia?

Lo primero que nos sorprende es que un contrato que se licitó hace un año y tres meses haya necesitado todo este tiempo para que alguien se diera cuenta de que la oferta estaba mal formulada. Me da la impresión de que la decisión de suspenderlo es más fruto de las alarmas que se han encendido cuando los profesionales se han dado cuenta de quién era la empresa que resultaba ganadora de ese concurso. Por lo tanto existían dudas, seguramente razonables, sobre la posibilidad de que la prestación de ese servicio fuera a darse en las condiciones necesarias.

¿A qué se refiere?

No son dudas de la empresa en relación a la Generalitat, sino que profesionales de la neumología han alertado de las dudas en torno a la capacidad real y efectiva de una de las empresas, que tenía varios lotes valorados técnicamente de forma muy sustancial, para poder prestar ese servicio de forma segura.

¿A quién le corresponde hacer esas valoraciones?

A la mesa técnica, que es la que tiene que hacer la valoración del concurso. Pero insisto, le hablo de todo aquello que conozco por las informaciones que recibimos pero no por la valoración específica de la documentación oficial que se nos haya podido facilitar.

Es decir, teniendo en cuenta la documentación que usted menciona, no se puede decir objetivamente que esa empresa no fuera la más acorde.

Estoy de acuerdo. Pero en las mismas circunstancias es cierto que sociedades de neumólogos y conjunto de profesionales muy importantes alertaron de las posibles dificultades que podría suponer ceder el concurso a esta empresa, sin sede de producción en España. Y son estas informaciones las que han provocado que los técnicos del departamento de Salud se hayan cuestionado la viabilidad de terminar este concurso y abrir uno nuevo.