Dos legislaturas al frente del Colegio de Médicos de Tarragona le avalan, pero necesita una tercera para completar el programa que ideó cuando se embarcó en la aventura de ser la cabeza visible de los médicos de su provincia. Fernando Vizcarro charla con Redacción Médica para hacer balance de su trayectoria, de estos cuatro últimos años que define como “complicados” y de su ilusión por continuar en el cargo desde el próximo jueves 19 de mayo, cuando se celebren las elecciones y se enfrente a Sergi Boada, candidato ‘primerizo’ que se enfrenta a uno de los ‘pesos pesados’ de los médicos tarraconenses.
Se presenta a la reelección tras cuatro años nada fáciles. ¿Ha sido difícil ser la cabeza de los médicos de Tarragona durante la crisis?
El adjetivo que definiría estos cuatro años no sería difícil, sino complicado. Asumí este cargo desde la más profunda responsabilidad y compromiso, consciente del reto que suponía pero también contento de poder representar a los médicos de Tarragona. Aunque es cierto que no ha sido fácil y en algunos momentos también ha sido duro, estoy muy contento de haber desarrollado esta labor, donde me he dejado la piel para que el Colegio ofreciera el mejor servicio a los facultativos que ejercen en Tarragona.
¿Cuáles han sido sus mayores retos durante esta legislatura?
Nuestro objetivo principal es velar por que haya una medicina de calidad con una excelente praxis. También hemos dedicado nuestra labor a la defensa del médico en un contexto de crisis. El médico no ha vivido una situación diferente a la del resto de la sociedad. Cuando los gestores se han visto obligados a recortar, hemos defendido al médico porque se le puede pedir un esfuerzo, pero no podemos ahogarlo ni asfixiarlo. El Programa de Protección Social ha sido una herramienta clave para acompañar al colegiado en estos momentos más complicados, se compone de múltiples ayudas para poder adaptarnos a todas sus necesidades. Un 10 por ciento de los colegiados se han acogido a este programa.
¿Por qué decide volver a presentarse a las elecciones?
A pesar de que miro hacia atrás y estoy muy satisfecho del trabajo realizado, creo que todavía queda mucho por hacer. Cuando me presenté por primera vez y vi que el Colegio estaba oxidado, elaboré un proyecto para tres legislaturas y ahora toca la última etapa. Por ejemplo, en los últimos meses hemos visto como se nos ha impuesto la separación entre médicos y personal de enfermería en el modelo de atención de las emergencias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Hemos explicado, remarcado y exigido que no se aplicara este modelo porque iba a afectar a la atención sanitaria y por extensión, al ciudadano. Finalmente el tiempo parece que nos ha dado la razón y el Parlamento ya ha pedido al Gobierno catalán que cambie el sistema.
El RD de prescripción ha sido uno de las polémicas más candentes. ¿Qué opina del tema?
El papel de enfermería es primordial en el sistema sanitario y el trabajo codo a codo de enfermero y médico es indispensable. Dicho esto creo que debemos aplicar el sentido común para evitar conflictos entre médicos y enfermeros. El Real Decreto delimita perfectamente el campo de actuación y las competencias de las dos profesiones en relación con los medicamentos sujetos, por Ley, a prescripción médica. Creo que la prescripción de los medicamentos es inseparable del diagnóstico, aprendizaje del cual se adquiere, fundamentalmente, en los estudios universitarios del grado de medicina, durante la actividad formativa posgraduada y con la actividad asistencial tutelada.
Otro de los caballos de batalla es el nuevo modelo de transporte sanitario, que está registrando algunas incidencias. El consejero planteó la vuelta al anterior modelo. ¿Cree que es la solución?
Sí, lo hemos reivindicado desde el momento en que se modificó. El modelo actual funciona en el área metropolitana de Barcelona, pero en Tarragona la situación es diferente. La orografía del territorio, el crecimiento exponencial de la población en la época estival y la disposición de la población hacen que el nuevo modelo sea menos efectivo porque la separación en vehículos distintos de médicos y profesionales de enfermería genera situaciones donde ambos pueden llegar a destiempo. Si llega antes el médico que el profesional de enfermería, este no tiene quien le asista. En caso contrario, el enfermero puede encontrarse en una situación donde tenga que ejercer funciones que no le corresponden. Bajo ningún concepto el médico no puede diagnosticar una patología sin el paciente, por vía telefónica.
En términos generales, ¿cómo definiría la sanidad catalana?
La sanidad catalana tenía un nivel excelente, la crisis se ha sostenido a costa del esfuerzo de los profesionales que no han antepuesto los beneficios personales a los beneficios del paciente. Ahora debemos recuperar el nivel de inversión en el sistema para poder seguir ofreciendo el mismo nivel de calidad que hasta ahora.
¿Piensa que la fragmentación parlamentaria puede afectar a la sanidad?
El momento actual es crucial. Pido a las fuerzas políticas que dejen a un lado las políticas de partido y que, de una vez por todas, sean generosos y valientes para establecer “una Política Sanitaria de País y una Política Sanitaria de Territorio” y que tengan en cuenta al médico a la hora de tomar decisiones. Sólo desde el conocimiento y la experiencia se pueden realizar cambios cualitativos óptimos para que el sistema funcione de manera más eficiente.
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