Tras una legislatura que acabó abruptamente: la celebración de un referéndum independentista ilegal el 1 de octubre, un Govern cesado y parte de sus miembros repartidos entre la cárcel o la huida de la Justicia española, Cataluña se da otra oportunidad tras las elecciones del pasado 21 de diciembre. Y ha sido en esos comicios en los que la médico Blanca Victoria Navarro ha logrado un puesto de diputada por Ciudadanos, que es el único partido que aporta médicos al actual Parlament, ya que le acompaña en la aventura el facultativo Jorge Soler. Se abre así una legislatura aún sin Gobierno y con un montón de desafíos sanitarios sobre los que ha charlado con Redacción Médica.
¿Cómo se encuentra, ahora mismo, la situación de la Sanidad catalana?
Yo soy psiquiatra, llevo 10 años coordinando un centro de salud mental en Granollers, y la situación que estamos viviendo es muy mala. En materia de salud mental había una previsión de inversión muy importante, pero por culpa del gobierno de JxS, todo ha quedado limitado, porque han preferido poner la independencia por encima de la salud de la población. Ni tan siquiera en una cosa tan fundamental como es la salud mental, se han cumplido las previsiones.
¿Es necesaria una gran inversión en Sanidad?
Estamos totalmente de acuerdo en la necesidad de hacer una gran inversión en Sanidad, porque la proporción de inversión de recursos a nivel poblacional no tiene ni pies ni cabeza.
La inversión actual es muy baja y muy poco homogénea. En salud mental hay unos recursos totalmente insuficientes que no llegan a toda la población. Por ejemplo, en 2001 se crearon dos centros de salud mental en Cataluña, con un alto grado de especialización, pero en Girona y Barcelona, que funcionaban muy bien y tenían buenos planes, pero eran incapaces de llegar a todo el mundo. Está muy bien que si tú vives en Barcelona puedas llevar a tu hijo al centro, pero si eres de una localidad más alejada y por el problema que sea no puedes llevarlo es una oportunidad y un servicio que estás perdiendo.
Y como esto todo, porque el problema está en que si hay una parte de la población que tiene el mismo problema, pero no los recursos a su alcance, no tienen esa solución. Además, este sistema de cuidados se ha ido desmantelando durante la crisis.
¿Qué medidas aplicaría ciudadanos para mejorar la Sanidad catalana?
Lo primero que hay que hacer es trabajar en una evaluación de resultados e indicadores de salud que sean auditables, objetivables, comparables y de dominio público. Solamente con hacer público esto ya vendrían aparejadas medidas de gestión que corregirían problemas, entre los que se encuentra la contratación, uno de los grandes hándicaps de la Sanidad catalana.
Lo siguiente sería hacer hincapié en las listas de espera, porque cada año nos encontramos en la misma situación y esto se podría resolver con una buena planificación. Si tenemos en cuenta que entre octubre y febrero aumenta la demanda hospitalaria y de urgencias durante este período, se debería hacer una planificación para organizar la actividad y optimizar los recursos.
Por último, tenemos un grave problema y es que de aquí a diez años, el 40% de los médicos de Cataluña van a entrar en edad de jubilación. Este es uno de los problemas con los que se ha encontrado Comín, que había propuesto una inversión en salud mental para cubrir plazas y no se han presentado ni psicólogos clínicos ni psiquiatras, los profesionales más demandados. Esto es culpa de las exigencias requeridas para poder optar a una plaza, ya que lo primero es que se convocan muy pocas, lo segundo es la inestabilidad, porque antes Cataluña era una comunidad atractiva para el personal sanitario, y lo tercero es que para conseguir ocupar la vacante hay que pasar los exámenes y hacer un PIR bastante complejo. Es necesaria la revisión de la contratación para poder contar con un buen número de profesionales.
¿Una rebaja del 0,6% en las listas de espera es suficiente?
El tema es que en el inicio de la legislatura se planteó la reducción del 50% de las listas para el acceso a las pruebas diagnósticas y de especialización y al final ha sido de un 20%, ni la mitad. En cuanto a intervenciones quirúrgicas, Comín aseguró que sería un 10% y finalmente ha sido de un 0,6%, así que no entiendo que se haya venido arriba.
¿Es cierto que la mayor carga la han soportado los médicos y el personal sanitario?
Desde los últimos 4 o 6 años, las medidas que han ido implementando los gobiernos independentistas para mejorar la eficiencia se han basado en reorganizar los equipos y las tareas, optimizando los procesos. El problema ha sido que la carga ha recaído en los equipos asistenciales y han mejorado sus rendimientos, pero estos no han ido aparejados de una evaluación de los resultados, así que tampoco sabemos con certeza lo que se ha solucionado.
En un entorno de crisis es comprensible, hasta cierto punto, que ocurra esto porque al mismo tiempo que se han hecho estas reorganizaciones y optimizaciones se ha gastado a diestro y siniestro en embajadas y todo tipo de chiringuitos independentistas. Entonces, en una situación en la que paralelamente se aplican recortes y se gasta en independencia no se puede pedir un mayor esfuerzo. Necesitamos incrementar las plantillas porque hay un momento en el que el recorrido de los recortes en el que no puede llegar a más, se deben aumentar los recursos en Sanidad y no en causas independentistas.
Si se ha recortado ese 0,6% es gracias a los profesionales sobre los que ha recaído una responsabilidad inmensa. Los sanitarios catalanes son gente muy implicada y con un alto grado de vocación, aunque eso no quiere decir que tengan que hacer miles de horas extra y llevarse el trabajo a casa. Este esfuerzo debería ir acompañado de un complemento económico.
¿Siguen el mismo canon todos los hospitales?
Los indicadores de los hospitales son muy dispares. Hay centros hospitalarios en los que más del 50% de los niños han nacido por cesárea, y otros en los que son cifras mínimas. ¿Por qué se produce esto? Porque se ha hecho todo con un criterio totalmente subjetivo. Las políticas en este tipo de hospitales son totalmente injustificables. Antes de la crisis, CatSalut empezó a promover estudios para evaluar y comparar centros y así obtener indicadores centinela que permitiesen conocer la verdad, pero desde 2009 y 2010 todo quedó parado y es necesario que la gente sea consciente de esto para que haga fuerza y conozca la verdad.
¿Por cierto, han oído quién suena para consejero de Salud de la Generalitat?
En cuanto a esto, primero se tiene que formar un gobierno y luego ya se verá. Desde luego, Comín no debería serlo porque es un candidato que está huido de la justicia y primero deberá responder ante ella. En el caso de que no fuese inhabilitado pues ya se hablaría, aunque una persona que no puede moverse por el territorio nacional ni acudir a su puesto de trabajo con normalidad no debería poder ejercer este puesto.
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