Antoni Comín ha protagonizado una nueva huida hacia adelante y ha anunciado en Cataluña Radio que
la Consejería ha hecho una oferta para comprar el
Hospital General de Cataluña, que pertenece al
grupo Quirón Salud. Una aseveración impactante que en la misma mañana ha sido categóricamente desmentida por el grupo hospitalario, que, a través de un comunicado, ha afirmado que
“no existe ningún tipo de comunicación formal, ni oferta en firme, por parte del Departamento de Salud para comprar el Hospital Universitario General de Cataluña”. Y concluye: “Ante la inexistencia de esta oferta de compra planteada por el Sr. Comín, consideramos que
no se puede estudiar ni analizar algo que no existe”.
En la citada entrevista, que parece una ‘bomba de humo’ para obviar los acuciantes problemas que se acumulan en su agenda gubernamental, Comín ha subrayado que la compra del Hospital General de Cataluña “implicaría un ahorro de recursos por el presupuesto público puesto que nos supondría una inversión muy inferior al que sería la construcción de dos nuevos hospitales”. El titular de Salud ha añadido que “con la compra de este hospital se completa el mapa sanitario”, con una
operación entre 50-55 millones de euros.
En cuanto a los trabajadores del citado centro, el consejero de Salud ha asegurado que “pueden estar tranquilos” puesto que “seguirán trabajando en el Hospital”. Comín ha destacado “que si el Departamento de Salud se queda el Hospital, el procedimiento, desde el punto de vista jurídico, es igual que el que se ha seguido con la Clínica del Vallès”. Comín ha añadido que
“los trabajadores ganan porque pasan del convenio privado al público y, por lo tanto, mejoran sus condiciones".
Comín, "el amo"
Unas palabras que hubieran tenido sentido si desde el principio no estuviera asegurando algo que, por lo visto, no ha ocurrido y que llega en
un momento delicado para el consejero. Hace una semana,
una entrevista que Montserrat Candini concedió a Redacción Médica donde aseguraba que
la privatización de la sanidad catalana no era real desató la ira del titular sanitario. Este primero creyó en un teórico arrepentimiento de la
portavoz de Salud de Junts pel Sí, después insinuó que
tales diferencias deberían hacerla dimitir y, finalmente, le exigió una rectificación.
Pero esa no es la única polémica a la que ha tenido que enfrentarse Comín en estos días. Esta misma semana se filtró a la prensa una grabación en la que varios trabajadores le hacían saber que las subrogaciones de personal culminaban con el despido de muchos empleados. Comín, en un alarde de vanidad, afirmaba que no debían preocuparse porque,
en concreto, "el amo del Parc Taulí" era él.
¿Demasiado discreta?
Ante el comunicado del grupo negando la oferta de compra, Comín ha insistido:
"Si yo explico que la oferta se ha hecho, es que se ha hecho". Unas palabras sobre las que ha matizado que se trata de "una propuesta que se ha hecho de forma discreta en el momento que correspondía".
Quizá tan discreta que nadie se ha enterado, porque otra frase en la que ha explicado el movimiento de compra tampoco ha dejado muy claro cómo están siendo esas teóricas negoaciaciones: "La empresa tiene una parte de la documentación en base a la cual se debe poder hacer una eventual negociación de venta del hospital".
En este contexto, la otra gran parte afectada, los trabajadores, solo han atinado a que al menos si hay una oferta que esta sea sólida.El portavoz del comité de crisis (integrado por CC.OO., la Asociación de Profesionales Facultativos y la Junta de Facultativos), Miquel Àngel Carrasco, ha recordado "no se puede hacer de un día para otro" y ha apuntado que puede
perjudicar a otros centros de la comarca como el Hospital de Terrassa al tener que trasladar parte de su actividad al HGC.
¿Cómo ahorrarse dos nuevos centros? Forzando la compra de uno ya hecho
Sobre el mismo tema, Comín ha insistido en que parte de
la actividad pública que realiza el Hospital General se trasladará a hospitales públicos de la zona independientemente de lo que suceda con la oferta. A partir del 1 de enero (el concierto finaliza el 31 de diciembre), la actividad complementaria pública que realizaba hasta ahora el HGC pasará al Consorci Sanitari de Terrassa (CST), la de Hemodinamia la absorberá Mútua de Terrassa (MT) y el General mantendrá una parte de la atención pública de Radioterapia, ha explicado en rueda de prensa el conseller.
Para hacerlo posible, el Servicio Catalán de la Salud hará una "modificación del contrato" y no una extinción como hizo en agosto con la Clínica del Vallès. Con el traslado de actividad, Salud propone
convertir el HGC en un hospital de atención "básica", que incluya área quirúrgica, área de hospitalización, consultas externas, servicio de obstetricia y quirófanos obstétricos, ha detallado el consejero.
En el caso de que prospere su idea sobre el HGC, Comín pretende que
el hospital sustituya a los centros planificados en Rubí y Cerdanyola del Vallès (Barcelona) que no se han llegado a construir. El consejero ve esta maniobra muy "razonable" ya que le supondría a la Generalitat dar carpetazo a dos importantes inversiones, que suponen erigir dos edificios de nueva construcción, por una adquisición con la que quieren anunciar el cierre del mapa hospitalario catalán.
Aunque
desde el hospital no conocen ningún detalle de la operación, Comín se ha encargado este viernes de avanzar que quiere incluir en la adquisición todo el equipamiento hospitalario. No obstante, en esta previsión no está calculado el salario de los trabajadores.
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