Tras casi cuatro años, dos proyectos y muchos anuncios, este lunes se han reanudado las obras del hospital de Toledo. La vuelta a los trabajos ha venido acompañada de una visita del presidente regional, Emiliano García-Page; el consejero de Sanidad, Jesús Fernández y la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón; junto con responsables de las empresas encargadas del proyecto.
García-Page ha indicado que este 11 de abril supone “el inicio de lo que va a ser un punto y final” porque “se han acabado las esquinas y los zig-zag” en torno a una infraestructura que “empieza definitivamente su tramo final de obra después de muchos años” y que se situará entre los cinco mejores hospitales de España.
El responsable autonómico, en este contexto, ha adelantado su intención de cambiar el sistema de alimentación energética del hospital, aprovechando la biomasa, siendo este punto algo que habrá que negociar “en los próximos meses”, pero que no afectará al desarrollo de las obras.
El consejero de Sanidad ha recordado, por su parte, que el nuevo hospital contará con 800 camas, 56 de ellas en la Unidad de Cuidados Intensivos de adultos. Además ha adelantado que parte del equipamiento se empezará a licitar a finales de este año 2016.
Finalmente, la alcaldesa ha destacado el “gran significado” que tiene el inicio de las obras de esta infraestructura y ha asegurado que si el anterior Gobierno regional no hubiera decidido dar cerrojazo a este proyecto “el hospital ya estaría finalizado o a punto de hacerlo”.
Cuatro años de obras paralizadas
El ejecutivo presidido por Maria Dolores de Cospedal paralizó los trabajos en 2012, en un contexto de grandes dificultades presupuestarias. En 2015, la consejería de la que entonces era titular Juan Ignacio Echániz presentó un nuevo proyecto para el centro.
Tras las elecciones de mayo de 2015 y con un nuevo cambio en el gobierno regional, que volvía a ser ocupado por el PSOE, se aunció la reaudación de los trabajos, pero no sin antes revisar completamente el proyecto heredado de la etapa anterior. Ese proceso se extendió por más de seis meses.
Culminada la revisión, ha venido un periodo de intensas reuniones a tres bandas entre Junta, Ayuntamiento y constructoras en las que se han tenido que sortear numerosas dificultades técnicas y administrativas para reanudar los trabajos. En ese contexto la fecha oficiosa de reanudación de las obras ha bailado varias desde que la gerente del Sescam dijera a principios de año que ésta podría producirse a finales de enero.
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