El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha aprovechado la apertura del curso escolar para pedir la convocatoria urgente del Consejo de Política Fiscal y Financiera y se ha manifestado contrario a “que los recursos que el Estado debe destinar a servicios como la educación o la sanidad se conviertan en moneda de cambio para llegar a acuerdos en el Congreso de los Diputados y el Senado”.
“No vamos a permitir que se juegue con las comunidades autónomas, sobre todo con la educación y la sanidad, como mercancía de compra y venta”, ha subrayado García-Page ya que “los intereses de la gente de esta tierra no están en ningún mercado para ningún partido político”, ha señalado el presidente regional.
Un posicionamiento que también ha trasladado al ámbito de los fondos europeos para el desarrollo rural que recibe Castilla-La Mancha y que, según ha explicado, se encuentran “amenazados ahora mismo por un cepo”, debido al incumplimiento del Estado con los requerimientos de estabilidad presupuestaria y déficit de Bruselas.
Por todo ello, el presidente de Castilla-La Mancha ha pedido a todos los diputados autonómicos, independientemente de su signo político, que apoyen el anteproyecto de Ley de Presupuestos de 2017 (aprobado en consejo de Gobierno la pasada semana), ya que a su juicio permitirá una mejora para las partidas regionales en sanidad, educación y otros ámbitos.
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