El
Hospital Universitario de Toledo amplía su cartera de servicios con la puesta en funcionamiento de la
Unidad Ortopédica Oncológica, en la que se tratan los tumores que afectan a los huesos y las partes blandas como los músculos, los cartílagos, el tejido graso o los tejidos de los vasos sanguíneos.
Al frente de esta Unidad se ha puesto
Esperanza Holgado, del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).
Este nuevo servicio evitará a los pacientes oncológicos
derivaciones a centros de referencia en tumores musculoesqueléticos.
Holgado tiene
experiencia en el Hospital Universitario de La Paz, en la MD Anderson Cáncer Center, en el IOB Institute of Oncology (Ruber Internacional) y en la unidad de Hemato-Oncología Pediátrica de HM Montepríncipe de Madrid, gracias a la labor formativa y asistencial del doctor Eduardo José Ortiz Cruz, experto en Cirugía Ortopédica Oncológica, y la nueva incorporación del Programa Clinical Fellowship HULP Cirugía Ortopédica Oncológica.
¿Qué funciones llevará a cabo esta Unidad?
El diagnóstico en la Unidad Ortopédica Oncológica se realiza mediante una primera exploración física y, posteriormente, se complementa con pruebas de imagen como las radiografías o la resonancia magnética para evaluar el tamaño, la forma y la localización del posible sarcoma. Tras ello, y si fuera preciso,
se lleva a cabo una biopsia de la lesión, que determinará el tipo de sarcoma de que se trata.
Para decidir el tratamiento más adecuado, el paciente es presentado en el
comité de sarcomas musculoesqueléticos, constituido por facultativos de los servicios de Oncología Médica, Oncología Radioterápica, Anatomía Patológica, Radiodiagnóstico, Cirugía Plástica, Cirugía General y Cirugía Ortopédica y Traumatología. Tras la estadificación del paciente, se decide conjuntamente la pauta de tratamiento a seguir, según el diagnóstico definitivo.
La doctora Holgado explica que el tratamiento principalmente se basa en la
resección quirúrgica del tumor y en la reconstrucción funcional de la anatomía afectada. La cirugía se combina en ocasiones con un tratamiento neoadyuvante de radioterapia permitiendo reducir el tamaño del tumor y realizar una intervención quirúrgica menos agresiva, o bien de manera adyuvante cuando debido al tamaño de la tumoración o su localización poco accesible, no es posible su resección completa.
También se administra, en aquellos pacientes de alto riesgo o con diagnóstico inicial de enfermedad metastásica, un
tratamiento de quimioterapia, con intención de controlar la enfermedad a distancia.
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