En Castilla-La Mancha ningún hospital público realiza
interrupciones voluntarias del embarazo debido a que todos los facultativos son objetores de conciencia. Una realidad que ha llevado al ejecutivo regional a defender que esta práctica se realice en
la sanidad concertada para prestar el servicio "con calidad, seguridad e intimidad".
Actualmente, las interrupciones del embarazo voluntarias en Castilla-La Mancha se llevan a cabo en dos clínicas concertadas situadas en
Albacete y Ciudad Real.
Así, tal y como ha señalado la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno regional,
Blanca Fernández, el traspaso de estas prácticas a la sanidad concertada asegura el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo de forma voluntaria.
En palabras de Fernández, “hay que conciliar todos los derechos e intentar hacerlo bien,
huyendo de las demagogias a ser posible". En este punto, la portavoz del Ejecutivos regional ha recordado que las interrupciones voluntarias del embarazo, salvo situaciones de riesgo
, "normalmente se practican en clínicas privadas", y ha incidido en la importancia de que la futura norma va a "traer claridad sobre la
objeción de conciencia", y va a aportar seguridad a los pacientes.
Cabe destacar que, tal y como se expone en la Ley del Aborto planteada por el Ministerio de Igualdad, existe una cláusula que garantiza a las mujeres que lo deseen, optar por el
hospital más cercano, de forma independiente a que en su hospital de referencia no haya médicos que practiquen interrupciones voluntarias del embarazo.
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