Castilla-La Mancha contará con una terapia avanzada para lesiones medulares

Las terapias avanzadas son uno de los grandes adelantos respecto a innovación de los que dispone el Sistema Nacional de Salud. La inversión e investigación en este tipo de terapias es una de las piezas base del engranaje sanitario, ya que aportan posibilidades terapéuticas en patologías que, hasta ahora, contaban con un abanico de soluciones que resultaban insuficientes. Uno de los referentes nacionales en terapias avanzas es el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.

Así lo ha destacado Carmen Encinas, directora general de Planificación, Ordenación e Inspección Sanitaria y Farmacia de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, durante el XII Encuentro Global de Altos Cargos de la Administración Sanitaria, organizado por Redacción Médica. “Una de las fortalezas que tiene nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) es nuestro Plan Nacional sobre terapias avanzadas CAR-T, que es una apuesta decidida por la investigación y por la producción sanitaria y académica”, ha añadido Encinas.

En este sentido, haciendo referencia al “movimiento fortalecedor” del SNS respecto a las terapias avanzadas, Encinas ha destacado el papel de Castilla-La Mancha también a la hora de detectar las necesidades de los pacientes y de aprovechar las capacidades de los profesionales.

Referente en el tratamiento de la lesión medular

Según ha detallado, esta comunidad autónoma cuenta con una línea de investigación “muy concreta” en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo que, acorde con las palabras de Encinas, supone un referente “importantísimo” a nivel nacional “para el tratamiento y el cuidado de los pacientes con lesión medular”. “La línea de investigación es lenta y es rigurosa en todos los ámbitos, pero estamos convencidos de que nos dará la satisfacción de contar con una terapia avanzada que mejore la calidad de vida de los pacientes con lesión medular”.

Al mismo tiempo, Castilla-La Mancha también trabaja en una estrategia de Medicina de Precisión, tal y como ha comentado Encinas durante el encuentro. Para su funcionamiento, la experta ha señalado que, de cara al futuro, se necesitará contar, cada vez más, con un perfil de profesionales que pueda abordar de una manera más individualizada las cinco “p”, haciendo referencia a la Medicina personalizada, predictiva, preventiva, participativa y poblacional.

Esta estrategia, que ha supuesto “años” de investigación, acorde con los detalles que ha ofrecido Encinas, ya se encuentra “presupuestada y en fase de implementación” para que pueda ser utilizada en los próximos meses, con el fin de “recoger frutos con los pacientes”.

Nuevo programa de neuroestimulación

Entre las últimas innovaciones del Hospital Nacional de Parapléjicos se encuentra el ensayo internacional eWALK, que trabaja en la restauración de la marcha de pacientes parapléjicos a través de la neuroestimulación.

Se trata de una técnica no invasiva que están empleando en cuatro pacientes que consiste en una estimulación eléctrica asistencial que busca reeducar la marcha para posteriormente hacer lo propio con los brazos y las manos de los pacientes afectados por una lesión medular a nivel de tronco.

Según explico Julián Taylor, jefe del Grupo de Funcion Sensitivo Motora del centro toledano a Redacción Médica, este proyecto se basa en “una técnica muy sencilla que permite mejorar la velocidad y el control de la marcha en algunos pacientes que todavía tienen actividad muscular en las piernas”.

Una de las particularidades de este ensayo es el uso de una técnica no invasiva que consiste “en colocar electrodos por debajo de la espalda y uno enfrente del tronco”, tal y como ha explicado Taylor. El programa durará tres meses y se realizará en tres sesiones por semana, cada una de una hora o de media. Se trata de un programa intensivo que pretende lograr la reubicación de la marcha, así que, para ponerlo en marcha, el especialista ha comentado que es necesario realizar unos ejercicios previos de preparación.

Se dividirá en dos cohortes y la mitad de pacientes recibirá el estímulo basado en la terapia que se busca testar y la otra mitad recibirá un placebo. A pesar de esto, según Taylor, todos los pacientes recibirán, al final, “la técnica que se pretende implementar para la reeducación de la marcha”.