Nuevo caso de
agresión a un médico. Esta vez no contra su integridad física sino contra sus bienes. Un paciente de unos 35 años la emprendió a martillazos el pasado viernes con el
coche de su médico de cabecera, en la localidad de Burguillos, próxima a Toledo.
El hombre, al parecer un enfermo mental en tratamiento, perdió el control y rompió con un martillo todos los cristales del vehículo, estacionado en el exterior del centro de salud, cuando se enteró de que el
Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), le había trasladado al ambulatorio del barrio toledano de
Santa Bárbara
y cambiado por tanto de facultativo.
Plan contra las agresiones
En una nota, el
Sindicato Médico de Castilla- La Mancha (CESM) ha manifestado su más enérgica condena contra la nueva agresión sufrida por un facultativo. “Exigimos nuevamente de la administración que, en el marco de un Plan General de Riesgos Laborales, se dote de los medios necesarios a un
Plan de Prevención de Agresiones contra los Sanitarios”.
El sindicato también exige al Sescam “que no mire para otro lado” y que se persone contra el agresor. “No basta con que ofrezca sus servicios jurídicos al médico afectado”. Precisamente, en conversación con Redacción Médica, el presidente del CESM Castilla-La Mancha,
Miguel Méndez,
aludió a las agresiones como uno de los problemas que consideraba prioritarios y a la necesidad de la elaboración del mencionado plan.
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