La
Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León pagará hasta
1.700 euros a los tutores MIR en concepto de abono de una productividad variable por funciones de tutorización con el objetivo de incentivar a estas figuras. Así lo establece la orden en la que está trabajando el departamento de
Alejandro Vázquez y a la que ha tenido acceso a
Redacción Médica, si bien el documento se encuentra en fase de borrador y aún podría sufrir modificaciones.
En concreto, se establece un abono de
1.500 euros por la tutorización de un residente y de 1.700 por dos o más MIR. Mientras, en el caso de la Enfermería, la cuantía sería de
1.200 por la tutorización de un EIR y de 1.400 en el caso de que sean dos o más. Estos pluses se abonarán de forma anual tanto en el ámbito de la Atención Primaria como de la Atención Hospitalaria.
Esta productividad
solo se podrá percibir por el desempeño de una figura docente, aunque el profesional desempeñe ambas, tutor principal y tutor coordinador. Además, estas cuantías se verán incrementadas en un 10 por ciento “por cada uno de los residentes a cargo del tutor principal que pase a prestar servicios en el Servicio de Salud de Castilla y León mediante el programa de fidelización de residentes de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León”, según lo establece la citada orden.
Sin embargo, las cantidades
se reducirán en el caso de que el tutor principal o tutor coordinador no hubiera desempeñado tales funciones durante el año completo de residencia.
Número de horas a tutorizar
Esta medida también fija e un número de horas suficientes para el desarrollo de las funciones docentes, según la figura docente desempeñada:
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Tutor principal y tutor coordinador: hasta 15 horas/mes.
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Tutor de apoyo y colaborador docente: hasta 5 horas/mes.
Esta disponibilidad horaria “solo se podrá habilitar por una sola figura docente, independiente de que el profesional desempeñe varias”. Además, la dirección de cada centro determinará la disponibilidad horaria citada “de acuerdo con la adecuada prestación de la actividad asistencial y de la organización del servicio o unidad al que pertenece”.
No obstante, por causas justificadas, el tutor principal podrá disponer de la liberación asistencial de las horas al mes arriba indicasen los 2 meses siguientes, si de forma excepcional la carga de gestión docente así lo requiriera y la organización asistencial lo permite.
Acceso a estancias formativas
Además del plus económico, para las figuras docentes la Consejería de Sanidad fomentará y facilitará el acceso de estancias formativas que sean de interés para su desarrollo profesional, así como la participación en congresos “y demás actividades de reconocido prestigio, nacionales o internacionales, que supongan un beneficio profesional para el tutor o colaborador y, por ende, para la organización de la que forma parte”.
En este sentido, se llevarán a cabo “los ajustes necesarios” en la actividad asistencial del servicio al que pertenece, con el objetivo de garantizar la asistencia sanitaria durante el periodo en que el acuda a dicha estancia formativa, congreso o actividad formativa. Ante la concurrencia de varias solicitudes de un mismo centro, se priorizarán las presentadas por los tutores coordinadores y tutores principales.
En el plazo de dos meses desde la fecha de finalización del año de residencia establecida por el Ministerio de Sanidad, cada Jefe de estudios emitirá, por cada uno de los tutores principales, tutores coordinadores, tutores de apoyo y colaboradores docentes de su centro o unidad docente, un certificado acreditativo, en su caso, del cumplimiento de los objetivos y funciones docentes realizadas.
La formación, clave para la Sacyl
La Consejería de Sanidad trabaja en estas medidas de incentivación porque considera que la Formación Sanitaria Especializada sea una de las claves del prestigio del Servicio de Salud de Castilla y León. Un ámbito en el que es “clave” la figura del tutor, que desarrolla unas funcionen docentes que exigen “entrega y dedicación, compromiso con el residente y con la institución, siendo el tutor principal un referente para el residente durante los años de formación y siendo su ejemplo, un valor docente inestimable”.
Por ello, “la labor de dichos profesionales ha de ser reconocida e incentivada, de acuerdo con las funciones realizadas y con la calidad y excelencia con que se desarrollan”.
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