El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, ha aclarado que la niña de un año fallecida en Aranda de Duero (Burgos) ha muerto como consecuencia de una sepsis provocada por un estreptococo intestinal, no a causa de una meningitis vírica bacteriana. Sáez Aguado ha asegurado en los pasillos de las Cortes que éste es el resultado de los primeros análisis realizados por los servicios sanitarios, por lo que se ha descartado que la causa del fallecimiento de la menor fuera la meningitis vírica bacteriana.
Tales análisis apuntan a que el cuadro clínico no se debe a ninguna de las mencionadas bacterias, sino que probablemente se trate de una enfermedad invasora por estreptococo del grupo A. Esta enfermedad no es prevenible mediante vacunación.
Además, la Consejería de Sanidad ha informado de que la menor estaba correctamente vacunada -había recibido todas las vacunas del Calendario Oficial de Vacunación en la Infancia correspondientes a su edad así como otras no incluidas en éste-. En concreto, había recibido las vacunas frente a la práctica totalidad de las meningitis bacterianas prevenibles por vacunación: meningococos tipos B y C, neumococo y Haemophilus influenzae tipo b.
Prevención
La Junta de Castilla y León, a través del Servicio Territorial de Sanidad en Burgos, ha puesto en marcha el protocolo para prevenir casos secundarios entre los contactos próximos del caso mediante la recomendación de quimioprofilaxis -antibióticos que previenen el desarrollo de la enfermedad-, tanto en el centro educativo como en su entorno familiar y personal sanitario que hubiera participado en su asistencia.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.