“En ningún momento, las enfermeras están realizando funciones para las que no están capacitadas”. Con estas palabras se defiende el
Consejo de Colegios Profesionales de Enfermería de Castilla y León,
tras las declaraciones del presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Tomás Toranzo, quien denunciaba el
“intrusismo laboral” que suponía la gestión enfermera de la demanda.
Ante estas “graves acusaciones”, el presidente del CGE de esta región,
Alfredo Escaja, exige una rectificación inmediata por su parte, ya que entiende que esta iniciativa “no ha suscitado ningún problema entre los equipos”, y que el único que lo ha suscitado ha sido Toranzo con sus declaraciones. “La única posibilidad es que esta persona no haya leído el documento, demostrando a su vez desconocer el trabajo de Enfermería en nuestra comunidad”, ha manifestado.
Según Escaja, y en línea con las aclaraciones de la Consejería de Sanidad de Castilla y León, esta nueva organización del trabajo permite a Enfermería
recibir a pacientes que precisan atención preferente y no disponen de cita. De hecho, aseguran que “la gestión enfermera de la demanda puesta en marcha supone un claro avance en el desarrollo profesional de este colectivo, realizando las competencias para las que están capacitadas por su propia titulación y, a su vez, repercute
mejorando la calidad asistencial que reciben los usuarios de Atención Primaria de la comunidad”.
Por todo ello, aseguran que no van a “consentir que se trate de confundir al a población” y que un “sector minoritario de este colectivo trate de amenazar con denuncias”.
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