La Consejería de Sanidad de Castilla y León ha aprobado
el protocolo para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos por parte del personal de Enfermería en el tratamiento farmacológico de personas con fiebre, que hasta la fecha estaban sujetos a prescripción médica. De esta forma, las enfermeras podrán indicar
paracetamol e ibuprofeno a los pacientes de la comunidad autónoma.
Con esta actuación, el servicio de salud castellanoleonés pretende
"resolver con la mayor agilidad posible sintomatologías asociadas a la fiebre". Una medida de la que se beneficiarán tanto pacientes adultos como pediátricos, que se vean afectados por
una subida de la temperatura corporal. Y es que esta puede provocar cefalea, mialgia y artralgias, por lo que el uso de un antitérmico puede mejorar el control del síntoma y prevenir complicaciones, además de dotar un mayor confort al enfermo.
El protocolo se circunscribe al manejo farmacológico de la fiebre como síntoma por parte de las enfermeras y ayudará a mejorar la educación de este perfil profesional y el control por su parte del tratamiento, además de la detección de efectos adversos relacionados con la medicación. Eso sí,
en ningún caso excluye la valoración médica con la aplicación de las medidas que la situación clínica del paciente precise.
La Junta de Castilla y León prevé que esta actuación "maximice la eficiencia y efectividad de la atención sanitaria y los tratamientos que se derivan de la misma". A su vez,
pretende facilitar la accesibilidad para las actuaciones relacionadas con la medicación y evitar citas innecesarias.
Cambios en la receta electrónica
Para hacer factible su aplicabilidad,
se han adoptado las medidas técnicas necesarias en el módulo de prescripción de receta electrónica para que el personal de Enfermería acreditado ya pueda realizar la indicación de medicamentos sujetos a prescripción médica incluidos en este nuevo protocolo. La Dirección Técnica de Farmacia lo ha incorporado en el campo denominado 'Guías/Protocolos' donde aparecerá junto al protocolo de heridas, el de quemaduras y el de ostomías, aprobados hace tiempo y cuyos fármacos ya podían indicar las enfermeras.
Según un comunicado de la Junta de Castilla y León, el protocolo es fruto del "trabajo interdisciplinar de expertos de Enfermería, Medicina y Farmacia, de diferentes ámbitos de actuación". Para su aprobación
se han seguido las directrices establecidas en la normativa nacional –guía aprobada por la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud–, que regula
la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de la Enfermería.
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