La Junta de Castilla y León está cerca de incluir la reproducción asistida en la cartera de servicios sanitarios, según ha manifestado el consejero del ramo, Antonio María Sáez Aguado. Con esta decisión se da un paso más en el reconocimiento de derechos a mujeres que quieren ser madres en solitario y a las parejas de lesbianas, que reivindican igualdad en el acceso a estas técnicas, que se facilitan en la mayor parte de las comunidades autónomas pero no están incluidas en las carteras.
Anualmente los hospitales públicos de Castilla y León realizan una media de 15.200 pruebas y técnicas de reproducción asistida, más de 90.000 entre 2010 y 2015, según los datos aportados por la Consejería de Sanidad. Las pruebas más realizadas son las ecografías de seguimiento folicular, con más de 50.000 en los seis años citados, mientras que el denominado recuento de espermatozoides móviles suma casi 14.000 pruebas y la técnica de la inseminación artificial con semen de la pareja supera las 10.000 en este mismo periodo.
El caso de las inseminaciones artificiales con semen de donante, que pueden estar más asociadas a casos de mujeres sin pareja, el número no ha superado los 200 en ninguno de los años analizados, con 124 casos en 2010, 189 en 2011, 130 en 2012, 149 en 2013, 160 en 2014 y 187 en el último de los analizados, el 2015.
Además, en Castilla y León el uso de estas técnicas sirve para que cada año nazcan entre 120 y 150 bebés vía fecundación in vitro, según el jefe de la unidad de reproducción asistida del Clínico de Valladolid, Luis Rodríguez-Tabernero.
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