Casado: "Este confinamiento será diferente, permitirá trabajo y educación"

La sombra de un nuevo confinamiento domiciliario es cada vez más alargada según se produce un aumento exponencial de los casos de Covid-19 y la situación epidemiológica empeora en esta segunda ola del coronavirus. Es por ello que esta medida vuelve a estar encima de la mesa. Si bien se evitará su aplicación, la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, ya ha adelantado este martes que "será diferente", pues se "permitirá el trabajo y la educación", de modo que no será tan severo como el de los pasados meses de marzo y abril.

"Es muy difícil. Buscar el equilibrio salud economía es muy complejo", ha reconocido la consejera durante su intervención en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Castilla y León. "El 30 de septiembre ya pensábamos en un estado de alarma, pero socialmente no estábamos preparados", ha indicado, al tiempo que ha hecho alusión a que el aumento de casos en la comunidad se produce, principalmente, por la cantidad de personas que, sobre todo en temporada estival, se desplazaron hasta los pueblos castellanoleoneses y transportando, permitiendo así la transmisión de la enfermedad.

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Casado: "Si una medida la tomas pronto y es drástica generas conflicto social"

También ha acusado de ello a las diferentes fiestas, tanto privadas como públicas, y ha puesto como ejemplo la festividad de San Antolín en Palencia, donde ha habido numerosos brotes justo después de su celebración. Por ello, una vez más, ha apelado a la responsabilidad de los ciudadanos y ha dicho que la mejor manera de frenar la cadena de transmisión es "no moverse, estarse quieto".

Sobre la posibilidad del nuevo confinamiento domiciliario y las nuevas medidas llevadas a cabo por la Junta con carácter restrictivo, Casado ha reconocido que "si una medida la tomas pronto y es drástica generas conflicto social", en alusión a los disputas urbanas que se han detectado no solo en Castilla y León, sino en toda España, de personas, en especial jóvenes vinculados a toda clase de grupos radicales, para protestar contra las restricciones.

Por otro lado, Casado ha indicado ante los grupos parlamentarios que "la política de rastreo ha funcionado hasta el 1 de octubre". Entonces, desde su departamento consideraban que los disponibles "eran suficientes" porque aún no había transmisión comunitaria, "y donde la ha habido se ha reforzado".

Actualmente, Castilla y León cuenta con 1.000 efectivos para esta labor. "Deben ser una apuesta fundamental e ir ver dónde perdemos el vínculo epidemiológico y donde hay transmisión comunitaria", ha dicho, al tiempo que ha subrayado que, "socialmente, todo el mundo se ha dado cuenta de que es muy importante reforzar el sistema sanitario, así que es buen momento para hacerlo".