Las previsiones que acompañan al proyecto de presupuestos de 2025 de Castilla y León, con
estimaciones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad
del 2 por ciento, han sido avaladas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
Según el
informe de la AIReF, las estimaciones de crecimiento de la región castellanoleonesa
coinciden con las previsiones de la entidad y, a más largo plazo, el crecimiento del PIB que estima Castilla y León del 1,7 por ciento en 2026 y del 1,6 por ciento en 2027, no se alejan del 1,6 por ciento y el 1,4 previstos por AIReF.
Sin embargo, respecto al
empleo, las estimaciones de Castilla y León "se encuentran
por debajo de las previsiones", ya que la comunidad apunta a un crecimiento del empleo en términos de personas ocupadas de la Contabilidad Regionales (CRE), del 0,6 por ciento en 2024 y del 0,4 por ciento en 2025. En 2026 y 2027 la tasa de variación se situaría en el 0,4 por ciento y 0,3 por ciento, respectivamente; mientras que la Autoridad espera "un crecimiento del empleo más dinámico".
Desde la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta, a cargo de Carlos Fernández Carriedo, han indicado que los presupuestos apuntarán a "consolidar" servicios públicos "de calidad" y a "avanzar" en el crecimiento económico. En ese sentido, la posición del gobierno es que no se trata "de hacer un presupuesto", sino de hacer "un buen presupuesto", por lo que se trabajará en buscar apoyos parlamentarios que contribuyan a su aprobación.
En el mes de septiembre, Fernández Carriedo explicó que el anteproyecto de Ley que acompaña los presupuestos "tiene como objetivo la rebaja de impuestos" a través de "importantes novedades" relacionadas a la adquisición de la vivienda por parte de los jóvenes y en la transmisión de explotaciones agrarias.
Recomendaciones y consejos
El informe de AIReF detalla que Castilla y León "cumple satisfactoriamente con los requisitos aplicables a los marcos presupuestarios de los Estados miembros de la UE". Aunque reitera un consejo de "buenas prácticas" relacionado a que la
documentación que se aporte tenga "una información más detallada de los supuestos y de los modelos y parámetros utilizados en sus previsiones y proyectos macroeconómicas".
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