La Consejería de Sanidad ha marcado como objetivo prioritario que este año todos los centros de salud gestionen de forma electrónica la petición de analíticas, lo que afectará a las solicitudes de los profesionales, pero también al volcado de los datos por parte de los laboratorios. Se trata de un modelo más ágil y seguro, que además ofrece como principal ventaja que alerta al profesional de Atención Primaria sobre la existencia de alteraciones.
Se trata de uno de los proyectos considerados como objetivo prioritario dentro de la gestión clínica por parte de Sanidad. Este servicio utiliza la plataforma Medora, que da soporte a la Historia Clínica Electrónica de Atención Primaria, y mejora sustancialmente el procedimiento de solicitud y recepción de las pruebas de laboratorio, aunque no supondrá la desaparición del modelo que cumplimenta el médico y el paciente presenta antes de realizar los análisis o entregar la muestra.
Este proyecto, que impulsa la Consejería desde hace varios años, llegará a su fase final en este ejercicio, tras resolverse los fallos que generó Medora, de forma que solo cuatro áreas de salud tendrán que sumarse a la nueva gestión electrónica de las analíticas. Se trata de El Bierzo (León) que está cerrando su incorporación, y las de Palencia, Segovia, así como los centros de salud dependientes del Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero (Burgos).
En ese sentido, Sanidad remarcó que la puesta en marcha de este nuevo procedimiento requiere el esfuerzo coordinado de los servicios centrales de la Consejería, los departamentos de tecnología, los equipos directivos de Atención Primaria y los responsables de los laboratorios. Esta “cadena”, según destacó a Ical el director de Investigación, Innovación e Infraestructuras, Rafael Sánchez Herrero, supondrá en Castilla y León la implantación de un nuevo servicio telemático, tanto para profesionales, como pacientes.
Al igual que la receta electrónica, el principal proyecto que Sanidad tiene entre manos en materia de innovación tecnológica, ayudará a reducir las tareas administrativas de los profesionales sanitarios. La gestión electrónica los libera de realizar de forma manual el registro de los resultados, lo que evita también que se produzcan errores de transcripción. Es decir, incrementa la seguridad de las pruebas de laboratorio.