Seguir adquiriendo conocimiento dentro de las diferentes especialidades médicas es la apuesta que ha llevado a cabo el Servicio de Urología del
Hospital Río Hortega de Valladolid, convertido en 'escuela' de facultativos, locales y extranjeros, donde aprender técnicas tan complejas como la
cirugía laparoscópica y robótica de los cánceres, sobre todo el
renal y de
próstata, y la cirugía endoscópica de la litiasis. El programa, por el que ya han pasado una uróloga de
Gante y otro procedente de
Ecuador, ha llamado la atención de muchos otros especialistas a nivel mundial, provocando
numerosas solicitudes de adhesión. Especialmente, a raíz de los "numerosos avances científicos" cosechados en los últimos años que hacen que sea una "disciplina difícil de dominar en c
inco años" de MIR.
Desarrollar la docencia es uno de los emblemas que
Marcos Cepeda, jefe del Servicio de Urología del centro vallisoletano, lleva promoviendo desde hace tiempo. El experto afirma en
Redacción Médica que "residentes y facultativos vienen de distintos hospitales de
fuera y dentro de España a aprender cirugías modernas. Todo ello ha permitido desarrollar
capacidades docentes y
métodos de enseñanza para que estas técnicas se enseñen y se apliquen". Algunas de las técnicas perfeccionadas en el Servicio, como la
cirugía laparoscópica y robótica de los cánceres, requieren para el especialista "mucho tiempo de entrenamiento y la curva de aprendizaje es larga. Si una persona se va a dedicar a ello, de alguna manera debe subespecializarse".
La
subespecialización en cirugía laparoscópica y robótica llega a unir dos áreas distintas como son, en palabras del urólogo, "la Oncología", en patologías relacionadas con la
próstata, la
vejiga o el
riñón, y "la litiasis, las piedras". Al tener este punto en común, Cepeda destaca que se encontró la manera de unirlo "y de enseñarlo de forma conjunta semanalmente". "En España no existe un programa como este en el
SNS y no abundan mucho en Europa".
"En España no existe un programa como este en el SNS y no abundan mucho en Europa"
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La
subespecialización tiene un gran papel dentro de la Urología, ya que para el profesional "cuanto más compleja es la cirugía,
más veces es necesario repetirla. Al tratarse de áreas muy complejas, tiene todo el sentido del mundo hacer una inmersión total en este tipo de patologías". Por otra parte, y siempre que fuera necesario, el facultativo considera añadir "
programas de investigación clínica en estas áreas, permitiendo redundar en el aprendizaje de todos los que nos dedicamos a esto".
Cinco años de MIR, insuficientes en Urología
Cepeda tiene el convencimiento de que la especialidad de Urología, en los últimos años, "se ha hecho muy
compleja de dominar en cinco años debido a todos los avances científicos que han ido apareciendo. Debido a ello, los objetivos para ser un buen urólogo es iniciarte en
ciertas áreas de subespecialización, siendo la única manera de
mejorar la calidad asistencial".
"Los objetivos para ser un buen urólogo es iniciarte en ciertas áreas de subespecialización"
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Por lo que respecta a la
cirugía robótica empleada para Urología, el especialista cree que "España poco a poco va poniéndose al día con las
plataformas robóticas". "Este avance permite que la
cirugía laparoscópica pueda mucho más precisa", detalla. Además, estas novedades permiten que "puedas hacer procedimientos que son muy complejos para hacer de forma laparoscópica, facilitando cualquier procedimiento de esta índole". El único problema, señala es que "es
caro”.
Por otra parte, desde e
l Servicio de Urología del hospital vallisoletano cuestionan el hecho de que estos programas no estén retribuídos en el Sistema Nacional de Salud (
SNS), lo cual, provoca que, económicamente hablando, "
la inversión no se ve tan recompensada y no se generalicen por el territorio, como sí ocurre en otros países".
Programas de formación no retribuidos
De hecho, a la hora de valorar si este fellowship podría generalizarse o
universalizarse a nivel español, el jefe del Servicio de Urología cree que el principal problema en España "es cultural, debido a que estos programas no están retribuidos. En
Estados Unidos y en
Europa se ve como una inversión ya que cuando un especialista lleva un tiempo formándose, eso repercutirá en que el contrato será infinitamente mejor". En el SNS, el facultativo remarca que “generalmente
no ganas más dinero porque tu trabajo sea más difícil, por lo que económicamente hablando
la inversión no se ve tan recompensada, a diferencia de la sanidad privada".
Cepeda está convencido de que cada vez son más los urólogos y los médicos españoles en general que "se van fuera a hacer estos programas porque se dan cuenta de que seis meses o un año no es tanto, tienen trabajo seguro y de alguna manera
da mucho más prestigio".
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