Marta Ruano se mantiene durante una legislatura más al frente del
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Segovia. Será su segundo mandato al frente de una institución que
ha celebrado sus elecciones hace escasas semanas. No obstante, a la carrera electoral solo se presentó la candidatura de Ruano, tal y como ella misma aseguró a este diario. Sin oposición interna ni candidatura alternativa, la
farmacéutica ha mantenido su ‘sillón’ con los objetivos claros para estos próximos
cuatro años: garantizar una
formación de calidad, consolidar los
proyectos puestos en marcha en su primera etapa e incidir en la
accesibilidad de las farmacias. “Podemos ser una
muleta de la Atención Primaria si tuviéramos mayor capacidad”, ha recalcado en una entrevista concedida a
Redacción Médica.
De hecho, Ruano ha apuntado a la necesidad de seguir profundizando en la utilidad de la
receta electrónica. Una herramienta con la que poder realizar un
seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes y con la que poder
evitar “muchas consultas” en el primer nivel asistencial. Y es que, tal y como ha asegurado la presidenta del COF de Segovia, la farmacia es una “pata de la sanidad que se debe considerar”.
¿Cómo ha vivido todo el proceso electoral?, ¿Qué supone para usted repetir como presidenta del COF de Segovia?
El proceso electoral ha transcurrido con normalidad. Hay algunas personas que han trabajado en la institución en anteriores Juntas de Gobierno y con las que tengo relación. Se sumaron a mi candidatura, pero es de continuidad, pues repetiremos una legislatura más en la Junta. Esas personas han trabajado mucho y de forma altruista con el colegio. Algunos incluso llevan unos 20 años trabajando en el COF. En mi candidatura había gente de mi confianza, que han trabajado conmigo en la legislatura anterior y que continúa en sus puestos, como es el caso de la vicepresidenta o secretario. Pero también ha entrado gente nueva y renovadora. Es bueno que alguna vez en nuestras vidas pesemos por la Junta de Gobierno, porque es una buena experiencia que te da una perspectiva de la profesión que, quizás, en el día a día, no se ve tanto. Por lo tanto, tenemos un equipo diverso entre gente con experiencia ya en puestos directivos y gente nueva y más joven que vienen con ganas de aportar.
En mi primera etapa al frente del Colegio de Farmacéuticos de Segovia me estrené como presidenta, a pesar de que había estado durante algunos años en puestos de vicepresidenta y tesorera. En Presidencia asumes determinadas responsabilidades y conoces más en profundidad otras cuestiones del colegio. Ahora, en esta segunda etapa, creo que partimos de una situación más óptima porque contamos ya con una legislatura de experiencia. Estar dos legislaturas es positivo porque cuentas con esa experiencia, concretamente.
¿Cuáles son los objetivos que tiene que COF de Segovia para esta nueva legislatura?
Mejorar siempre es una constante en la que debemos trabajar todos. Voy a seguir trabajando por representar y defender los intereses de la profesión. También es muy importante contar con una formación de calidad, para que esté actualizada y formada. Estos son algunos de los pilares del colegio. Pero, también entiendo que, y así lo dije en mi discurso, que hay que consolidar los proyectos que pusimos en marcha en la legislatura pasada como, por ejemplo, la implementación de los servicios profesionales asistenciales. Eso hay que consolidarlo, así como abrir más farmacias.
"Tenemos que extender a toda la provincia la accesibilidad a las farmacias a personas con discapacidad visual"
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También tenemos que seguir desarrollando los proyectos sociales. Entre otros, tenemos que extender a toda la provincia de Segovia la accesibilidad a las farmacias a las personas con discapacidad visual. También hay que ampliar la implementación de las herramientas digitales, que cuanta más información tengamos, mejor. Por ejemplo, podrían ayudarnos a mejorar la búsqueda de medicamentos y a identificar un posible desabastecimiento. Así, será mejor tanto para nosotros como para los pacientes. Tenemos que estrechar lazos con la Administración Pública para hacer proyectos de colaboración para mejorar la atención sanitaria.
Otro de los puntos en lo que tenemos que mejorar es en la colaboración y coordinación de la continuidad asistencial entre los farmacéuticos y los distintos niveles asistenciales del sistema sanitario. Remar en ese sentido siempre es bueno y trae mejores resultados.
¿Cuáles son esos proyectos que tienen en marcha con la Administración?
Tenemos convenios firmados con la Diputación y Ayuntamientos, que responden a los cambios y a las necesidades sociales. Con el Ayuntamiento de Segovia, por ejemplo, hemos trabajado en materia de accesibilidad. Hemos conseguido que en todas las farmacias de la ciudad se hayan puesto vados para que los usuarios puedan aparcar su vehículo durante 15 minutos para que recojan sus respectivos medicamentos. La población está encantada porque es la gran beneficiada, pues viene, aparca su coche y recoge su medicación. Esto lo pusimos en marcha en la anterior legislatura, y ahora queremos ampliarlo al resto de la provincia. También hemos dado muchas charlas de salud con el apoyo de la Administración, como con el proyecto de Escuelas Rurales. Hemos desarrollado bastantes actividades pensando en la sociedad, como el principal de la anterior legislatura que funciona bien y para la que contamos con la subvención de la Diputación. Se trata, concretamente, de un protocolo de actuación para la elaboración de sistemas de dosificación personalizada en el entorno rural. Es muy positivo porque fija la población y hace que el paciente esté controlado, tome de manera controlada el fármaco y tenga adherencia. Es, en definitiva, una ayuda para las farmacias rurales que estén con niveles de asistencia en mínimos o que tengan una viabilidad económica comprometida.
Pero, además de contar con la colaboración de la Diputación, también queremos abrir otras posibilidades. Y es que a nivel de Castilla y León, con la Consejería de Sanidad, hemos desarrollado proyectos mediante la tarjeta electrónica para ver el impacto que tiene en la población para mejorar la tasa de vacunación. Tenemos mucho campo y trabajo por delante con ellos, pero lo hacemos a nivel de Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl). Uno de esos ejemplos es intentar cambiar cuestiones de abastecimiento para aliviar la carga de la Atención Primaria en la comunidad. Por lo tanto, nosotros hemos y seguimos tendiendo la mano a las Administraciones para colaborar en todo lo que podamos.
Uno de los problemas que tiene toda la comunidad de Castilla y León es la despoblación, sobre todo, de sus zonas más rurales. ¿Cómo puede garantizarse la cobertura farmacéutica en esas zonas?
En estos momentos la cobertura farmacéutica, en condiciones de equidad está garantizada. En Castilla y León, a pesar de la dispersión geográfica y de que somos una población envejecida y dispersa, el 95 por ciento de la población tiene una farmacia en su municipio. El acceso está garantizado, aunque es verdad que vemos en riesgo el mantenimiento de las farmacias porque la población envejece más. Tenemos que facilitar o generar proyectos para que la farmacia rural desarrolle la actividad asistencial y sea remunerado para que pueda ser viable. El proyecto de Escuelas Rurales es un ejemplo. Pero se pueden hacer infinidad de proyectos, ya que en el ámbito rural la Atención Primaria está más comprometida y el farmacéutico tiene que estar atendiendo a la población. El profesional de la farmacia puede colaborar aliviando la carga al sistema. Otro proyecto es la colaboración entre niveles asistenciales, como es la dispensación de medicamentos hospitalarios a través de la farmacia, que hay casos en los que los pacientes tienen una distancia de más de 100 kilómetros para llegar a su hospital de referencia.
¿Plantearán alguna medida desde el COF de Segovia para fortalecer el papel del farmacéutico, sobre todo, en las zonas rurales?, ¿Y propondrán algún tipo de incentivos para ellos?
Eso no puede partir de un colegio profesional. Tiene que salir de la Administración. Nosotros estamos más en pensar proyectos que puedan ser interesantes. El incentivar no está entre nuestras competencias. Pero habría que buscar soluciones entre todos, sí, teniendo en cuenta que a día de hoy el acceso y la cobertura está garantizada.
Sí es cierto que se han ido proponiendo medidas, aunque no está en nuestras manos. No podemos presionar a la Administración, ya que nosotros somos muy de consensuar y de que entienden de dónde partimos. Siempre hemos tenido abiertas las puertas de la Consejería para hacer propuestas, y tenemos que seguir en esa línea. Presionar no, porque no es apropiado y no hay nada que presionar. Todo tiene que venir del razonamiento y de la colaboración.
"La receta electrónica ha marcado un antes y un después"
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¿Qué se puede hacer desde el sistema sanitario para facilitar el trabajo al farmacéutico?
La mejora y evolución de la receta electrónica ha marcado un antes y un después. Es una herramienta que facilita la atención al paciente, debido a que la información que tiene a su disposición el farmacéutico comunitario va en beneficio del propio paciente. Podemos ver muchas cosas de medicación como hacer bloqueos. Poco a poco se ha ido desarrollando esto, y nos ayuda en el trabajo diario. Hace que nos dé mayor capacidad de actuación e intervención. Antes todo era en papel y el proceso era más laborioso. Ahora, con la receta electrónica, se pueden realizar muchas actuaciones. Además, nos da valor especial como profesionales porque podemos hacer un seguimiento farmacoterapéutico, pero es una herramienta que tiene que seguir mejorando.
Otro de sus puntos positivos es que se pueden hacer multitud de campañas a través de la receta electrónica. También facilita el manejo de datos para que podamos analizar y mejorar la calidad de vida y la salud de los pacientes. Y podríamos seguir hablando de otras tantas cosas que podríamos hacer con esta herramienta. Por poner algún ejemplo, podríamos tener más capacidad para renovar una medicación que se va a caducar, para que luego el paciente no pierda el tiempo de espera de la llegada de su medicación. Por lo que, tanto a nivel administrativo como asistencial, podríamos mejorar muchas cuestiones con más capacidad de la propia receta electrónica. Por lo que tenemos que seguir desarrollándola con la colaboración de la Administración. Se evitarían muchas consultas en Primaria, o se aligeraría la carga de trabajo del primer nivel asistencial. Podemos ser una muleta de la Atención Primaria si tuviéramos mayor capacidad.
También creemos que es importante mejorar en la comunicación entre la oficina de farmacia y el centro de salud. Nos gustaría tener mayor coordinación e integración en la Atención Primaria. Al fin y al cabo, hacer un buen uso de los recursos y de la tecnología va en el beneficio del paciente. La receta electrónica es un arma muy potente con el que se puede trabajar.
Lo que tenemos claro es que tenemos que aprovechar la cercanía que tenemos en beneficio del paciente. En estos momentos en los que la situación en la Atención Primaria está saturada, hay cosas que podemos resolver, y así se demostró en la pandemia. De hecho, hemos demostrado que estamos ahí para ayudar al paciente. En las patologías menores también solemos resolver problemas sin derivar al paciente al médico. Somos una pata de sanidad que se debe considerar, porque tenemos que hacer sostenible el sistema entre todos, y nosotros tenemos mucho que aportar al sistema sanitario.
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