La consejera de Sanidad, María Luisa Real, ha asegurado este viernes que no va a dimitir y que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, no le ha pedido su cese, después de que el Parlamento de Cantabria y el PP le hayan instado a hacerlo.
El PP le ha pedido su cese y ha advertido de que si eso no se produce, ese hecho marcará el final de la legislatura y tendrá que asumirlo el presidente Miguel Ángel Revilla. "Hemos tenido este viernes el Consejo de Gobierno y no me ha pedido el cese", ha asegurado Real, quien argumenta que no va a dimitir porque considera la resolución de la Cámara regional "injusta, injustificada y desproporcionada".
El portavoz del PP, Íñigo Fernández, ha señalado que "no parece que Real tenga muchas ganas" de dejar el cargo, con lo que ha insistido en que si no lo hace tendrá que ser el presidente cántabro quien la destituya. Fernández ha considerado que tenía que haber sido este viernes cuando el Consejo de Gobierno destituyera a la consejera, pero, como no ha sido así, ha dicho que "deberá ser en los próximos días".
Ya se han asumido las responsabilidades políticas
La titular de Sanidad ha insistido en que su departamento ha actuado "en todo momento con transparencia y diligencia en función de sus competencia" y ha alegado que las responsabilidades políticas se han asumido "sobradamente" con las dimisiones de los máximos responsables en ese momento en el SCS.
Ha opinado, además, que el PP "no es el más oportuno para dar lecciones de comportamiento público" cuando está condenado por una sentencia firme por corrupción y su "secretario de Sanidad en la Ejecutiva de Cantabria está investigado en Madrid por un contrato de ambulancias relacionado con Ferrovial.
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