Redacción. Santander
Cantabria registró el año pasado un total de 23.614 donaciones de sangre, lo que supone un 0,63 por ciento más que en el ejercicio anterior. Fueron realizadas por 14.125 personas (el 55 por ciento hombres y el 45 por ciento mujeres), de los que 2.072 eran nuevos donantes, incremento que es “la tónica habitual” y que asegura el relevo generacional.

De izq. a dcha., José Luis Arroyo, director del Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria; María José Sáenz de Buruaga, consejera de Sanidad y Servicios Sociales; Francisco García Menocal, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Cantabria, y Javier Gandarillas, secretario de la hermandad.

Todos ellos suponen que el índice de donación sea en la región de 40,1 personas por cada mil habitantes, superior al 36 de la media nacional y de los más elevados del conjunto del país.

Los cántabros que donan sangre -y que en 2014 incrementaron por encima de 90.000 la cifra de personas que alguna vez ha donado en la región, representan el 3,6 por ciento de los potenciales donantes, es decir, gente de entre 18 y 65 años, que además debe pesar más de 50 kilos y no padecer ninguna enfermedad.

Así, aunque “tenemos las donaciones que necesitamos” en Cantabria, “no podemos bajar la guardia”, según ha manifestado este martes la consejera de Sanidad y Servicios Sociales, María José Sáenz de Buruaga, que ha presentado en rueda de prensa la memoria de actividad del Banco de Sangre y Tejidos de la región correspondiente a 2014.

Acompañada por el director del banco, José Luis Arroyo, y del presidente y secretario de la Asociación-Hermandad de la Donantes de Sangre, Francisco García y Javier Gandarillas, respectivamente, la consejera ha elogiado la generosidad y altruismo de los donantes, que son “el verdadero motor” de la actividad de estos organismos.

La donación de sangre para obtener plasma cae un 6 por ciento

La mayoría las más de 23.600 donaciones realizadas a lo largo de 2014 en la región fueron de sangre (22.504), mientras que 1.100 eran para la obtención de plasma-plaquetas. Las primeras suponen un incremento cercano al 1 por ciento, con 219 extracciones más respecto a 2013, pero las segundas representan una caída del 6 por ciento, al contabilizarse 71 menos en términos interanuales.