Romper con el pasado y abrazar el futuro.
Transformar la tecnología en derechos. Ese es el objetivo de la nueva
Ley de Salud Digital con la que ya cuenta la sanidad cántabra y que permitirá, por primera vez, tanto a nivel europeo como a nivel nacional, regular los derechos tecnológicos. "La salud, más allá de un derecho, se esta convirtiendo en un servicio digital, nos guste o no" ha asegurado César Pascual, consejero de Salud de Cantabria, que ha presentado la nueva norma en el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom).
Allí, ha defendido que la tecnología "apoya al profesional y redefine la profesión", mientras que la sanidad española no se adapta a ella como parte de los
cambios culurales que vive la sociedad. "Los hospitales invierten millones de euros en mejoras, pero los pacientes siguen esperando
largas listas de esperas, obtienen resultados tardíos y sufren la descoordinacion de servicios", ha señalado el consejero, que también ha denunciado que, en aquellas zonas rurales donde existe la brecha tecnológica, hay también una
brecha sanitaria.
Tecnología transformada en derechos
Pascual se ha quejado de que el Sistema Nacional de Salud (SNS) utilice "un sistema del siglo XX para cuidar a pacientes que pertenecen al siglo XXI". Por eso, ha explicado que todos los datos alamacenados no pueden convertirse en "residuos": "Los datos, si se gestionan bien, son el
combustible del cambio, ya que se transforman en herramientas que garantizan el bienestar de los pacientes y tenemos la tecnologia para utilizarlos".
Por esta razón, el consejero de Salud de Cantabria califica la Ley de Salud Digital como una herramienta de regulación "imprescindible" y, a la vez, "disruptiva y provocadora", ya que se trata de la primera ley que
garantiza derechos digitales como el derecho al olvido tecnológico, el control de datos, la protección de neuroderechos y la regulación de la
intelegencia artificial médica. "Se trata de una ley que no teme a la tecnología. La pone a prueba y la transforma en derechos", afirma. En este sentido, el presidente de la Organizacón Médica Colegial (OMC), Tomás Cobo, ha querido dejar claro que este anteproyecto de ley es un "ejemplo claro y apolítico" que cubre una necesidad actual, proporciona
seguridad jurídica a los profesionales y agilizará la atención a los pacientes.
Así, uno de los mayores deseos de Pascual es que el anteproyecto de ley
genere una tendencia en otras comunidades autónomas y "supere inercias internacionales restrictivas" en el ámbito de
uso de datos en Europa, algo que "impide la investigación y la innovación", reconoce. Además, ha dicho que Cantabria no ha querido esperar al Plan de Salud Digital del Gobierno porque, asegura, todavía "está en una fase embrionaria".
El papel de los ciudadanos en la aplicación de esta ley, dice Pascual, es clave porque "tendrán el derecho y la capacidad de limitar el acceso a su información", asi como también saldrán beneficiados porque la nueva norma garantizará la "
igualdad entre la asistencia presencial y telemática con los mismos estándares de calidad y de seguridad clínica".
La Ley como hoja de ruta para el SNS
En este contexto, Joaquín Cayón, jefe del Servicio Jurídico de la Consejería de Salud de Cantabria, también ha querido señalar que impulsar este tipo de leyes es una forma de favorecer la transformación digital. "Nos seguimos rigiendo por una ley analógica de hace más de 23 años". Por eso, califica el anteproyecto como "simbólico" y "liberador". En la misma línea, María Isabel Moya, vicepresidenta primera y coordinadora de Transformación Digital de la OMC, asegura que la Ley de Salud Digital cántabra se alinea con las normativas europeas y con la estrategia de salud digital del Gobierno de España y del Cgomc. Por eso, asegura, debe
servir como "hoja de ruta" para el SNS.
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