Actualizada la guía para la inserción de catéteres

Se trata de una actualización del documento editado en 2006

Lunes, 16 de febrero de 2015, a las 16:10
Redacción. Santander
El Servicio Cántabro de Salud (SCS) ha presentado la nueva guía para la inserción y mantenimiento de catéteres, dirigida a los profesionales sanitarios que implantan y mantienen los accesos vasculares, para "mejorar la práctica clínica y evitar la variabilidad en las intervenciones con el fin de prevenir daños y riesgos de infecciones".

Carlos León.

Se trata de una actualización del documento editado en 2006 y que recoge los principales avances y las nuevas técnicas. La guía, que estará disponible para los profesionales a través de la página web del SCS, incluye, entre otras cuestiones, los criterios de selección del acceso vascular, higiene de manos, esterilización, extracción de muestras y permeabilización de accesos vasculares.

Se incluye además un apartado de manejo de complicaciones como la obtención de muestras para hemocultivos en pacientes con fiebre, obstrucción de un catéter o protocolos de actuación en pacientes con flebitis y/o trombosis venosa profunda en miembros superiores.

La segunda parte del manual, de carácter más práctico, se refiere a la inserción y mantenimiento de catéteres venosos periféricos, venosos centrales, especiales y arteriales. Durante la presentación, el director gerente del SCS, Carlos León, ha explicado que este manual se centra en "orientar" los cuidados hacia las "mejores prácticas y en mejorar la satisfacción de los pacientes y de los profesionales", así como la seguridad y eficiencia de la actividad asistencial.

Ha enmarcado esta guía de práctica clínica dentro del "compromiso" que, según ha asegurado, tiene su departamento con la mejora y excelencia asistencial y ha destacado que beneficia tanto a los pacientes y a los profesionales, como al propio sistema sanitario. A su vez, ha subrayado también el "compromiso" del SCS con el "impulso" de la participación de los profesionales en la mejora diaria del sistema sanitario y como medida para garantizar a los ciudadanos la máxima calidad en la actividad asistencial.

También se ha referido al "carácter impulsor de la seguridad clínica" que, a su juicio, supone esta guía, ya que incorpora la mayor evidencia científica mediante recomendaciones sustentadas en la experiencia de los profesionales, grupos de trabajo multidisciplinares y sociedades científicas.