La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias,
Esther Monzón,
avanza en la configuración de la estructura de su departamento. La Consejería de Sanidad, bajo la superior dirección y dependencia de su titular, cuenta con la
Secretaría General Técnica como órgano superior. Además, están adscritos a la Consejería de Sanidad el Servicio Canario de la Salud (SCS), el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia y la Escuela de Servicios Sanitarios y Sociales de Canarias.
La sede de la Consejería se ubicará en Las Palmas de Gran Canaria, según consta en el Boletín Oficial de Canarias (BOC). En su llegada al cargo, Monzón
ha modificado el reglamento de organización y funcionamiento del Servicio Canario de la Salud, creando la
Dirección General de Salud Mental y Adicciones y la Dirección General del Paciente y Cronicidad. A la primera de ellas se les atribuyen las funciones de prevención, tratamiento, rehabilitación y reinserción de las personas con enfermedad mental o con adicciones, así como las demás que se le asignen.
Funciones en humanización y cronicidad
Por su parte, a la Dirección General del Paciente y Cronicidad se le atribuyen más funciones.
En materia de humanización, cultura organizacional centrada en las personas,
mejora de la experiencia del paciente, desarrollo de habilidades emocionales,
participación y colaboración, innovación y tecnología centrada en las personas, y
responsabilidad social y sostenibilidad.
De forma más detallada, las tareas asignadas a esta Dirección General son promover
una cultura organizacional que valore y fomente el respeto, la empatía, la colaboraicón y la inclusión; diseñar y desarrollar estrategias para mejorar la experiencia de las personas que interactúan con el Servicio Canario de la Salud, como la
implementación de programas de escucha activa, la personalización de los servicios, la reducción de los tiempos de espera y la atención centrada en las necesidades individuales; y
promover el desarrollo de habilidades emocionales y de comunicación en el personal de la organización.
Además, esta Dirección General deberá fomentar la participación activa de los empleados del SCS, pacientes y otras partes interesadas en la toma de decisiones y la mejora continua de los servicios;
impulsar la adopción de tecnologías y enfoques innovadores que mejoren la calidad de vida de las personas, lo que implica evaluar y utilizar tecnologías como inteligencia artificial, telemedicina, realidad virtual y aumentada, entre otros, para
brindar servicios más personalizados y accesibles; e integrar la responsabilidad social y la sostenibilidad en la estrategia de la organización, lo que incluye la
adopción de prácticas sostenibles, el compromiso con la comunidad y el medio ambiente, y la promoción de valores éticos en todas las acciones de la organización.
En cuanto a la mejora de la continuidad asistencial en cronicidad, las tareas que le pertenecen son:
coordinación intersectorial, modelos de atención centrados en el paciente,
autocuidado y empoderamiento del paciente, continuidad en la transición asistencial, uso de tecnología y telemonitorización, investigación e innovación y educación y formación de profesionales.
En concreto, promover la
colaboración y coordinación entre los diferentes actores involucrados en la atención de pacientes crónicos, tanto en el ámbito sanitario como en el social. Esto incluye hospitales, centros de Atención Primaria, servicios sociales, organizaciones de pacientes, entre otros, ya que se
sitúa la colaboración intersectorial como "esencial para abordar los múltiples aspectos que afectan la atención de estos pacientes".
Además, otras de las funciones son
implementar modelos de atención centrados en el paciente, donde se tenga en cuenta no solo la enfermedad en sí, sino también las necesidades y preferencias individuales de cada paciente, lo que implica establecer planes de atención personalizados, promover la participación activa del paciente en su propio cuidado y fomentar la educación sanitaria. La siguiente es
promover el autocuidado y el empoderamiento de los pacientes crónicos para que sean parte activa de su propio proceso de atención, es deicr, proporcionar información clara y comprensible sobre su enfermedad, brindar herramientas y recursos para el autocuidado, y fomentar la adopción de estilos de vida saludables.
También se insta a asegurar una
transición fluida y segura entre los diferentes niveles y servicios de atención, como el alta hospitalaria, el seguimiento ambulatorio y la atención domiciliaria, lo que implica establecer protocolos y coordinación efectiva para garantizar la continudad de los cuidados, la comunicación adecuada y la transferencia de información relevante entre los profesionales de salud. Otra de sus funciones es
aprovechar las tecnologías de la información y la comunicación, como la telemedicina y la telemonitorización, para facilitar el seguimiento y la atención de los pacientes crónicos a distancia, debido a que "estas herramientas pueden ayudar a monitorear signos vitales, controlar el cumplimiento de medicamentos y brindar apoyo a distancia, reduciendo la necesidad de desplazamientos innecesarios y mejorando la accesibilidad".
Por último, las dos tareas restantes son:
fomentar la investigación y la innovación en el campo de la cronicidad para mejorar los enfoques de atención y encontrar soluciones más efectivas, lo que implica apoyar la investigación clínica, promover la implementación de nuevas tecnologías y terapias, y compartir buenas prácticas entre diferentes instituciones y sistemas de salud; y
brindar programas de educación y formación continuada a los profesionales de la salud, para actualizar sus conocimientos y habilidades en la atención a pacientes crónicos, lo que conlleva tener en cuenta aspectos como la gestión de enfermedades crónicas, la comunicación efectiva con los pacientes y el trabajo en equipo multidisciplinario.
En el plazo de tres meses desde la entrada en vigor de este Decreto, los departamentos afectados por el mismo elevarán al Gobierno, en propuesta conjunta con la Consejería de Presidencia, Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, los correspondientes proyectos de estructura orgánica y funcional de los Departamentos, así como las restantes normas reguladoras de estructuras organizativas.
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