El Hospital Nuestra Señora de La Candelaria, en Tenerife, ha realizado desde 2015 trombectomías mecánicas a más de un centenar de pacientes diagnosticados de ictus isquémico. Se trata de un procedimiento que permite extraer los coágulos cerebrales y minimizar los efectos del ictus. “La tasa de éxito de recanalización es superior al 80 por ciento”, ha explicado Julián Portero, jefe del servicio de Radiología.
Esta técnica consiste en introducir un catéter a través de la arteria femoral hasta la arteria carótida interna del lado dañado para posteriormente, y a través de este mismo catéter, introducir otro más fino denominado microcatéter que será con el que se accede a la arteria intracerebral que presenta el trombo.
Una vez en la zona, se coloca un dispositivo que actúa en forma de red (stent-retriever) que permite 'atrapar' y recuperar el coágulo de sangre, para finalizar retirando el 'stent' del mismo modo que se efectúa con los catéteres y así comprobar que la arteria vuelve a ser permeable.
Identificar un posible ictus
Las secuelas neurológicas del ictus pueden ser muy graves, de ahí que los especialistas recuerden la importancia de saber reconocer los síntomas de un accidente cerebrovascular para poder actuar a tiempo.
"Si una persona presenta de forma repentina signos como dificultad para hablar, parálisis o trastornos psicomotrices y de la marcha, es momento de avisar al servicio de emergencias del 112 para activar el Código Ictus", explica Antonio Medina, neurólogo y coordinador de la Unidad de Ictus del hospital, que lleva desde el año 2002 puesta en marcha.
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