El
Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria ha puesto en marcha una consulta para el tratamiento del síndrome cardiorrenal. Con esta incorporación, el centro adscrito a la Consejería de Sanidad de Canarias posibilita la atención completa e integral a los pacientes que padecen esta patología, que afecta al
corazón y los riñones.
La nueva unidad está compuesta por
cuatro cardiólogos, dos internistas y una enfermera, al que se ha unido una
nefróloga para realizar las valoraciones conjuntamente. Todos estos especialistas ofrecerán una atención multidisciplinar a las patologías cardiorrenales de forma
coordinada y con un seguimiento activo.
Cabe destacar que, como señala la nefróloga y coordinadora de la consulta cardiorrenal,
Desirée Luis, el 50 por ciento de las personas afectadas por una patología cardíaca desarrolla problemas renales. Así, en palabras de Luis, “en la mayoría de casos, existe una alta probabilidad de que
pacientes con insuficiencia cardíaca presenten problemas renales y viceversa”.
La doble patología requiere que los equipos de los servicios de Cardiología, Nefrología y Medicina Interna trabajen coordinadamente para ofrecer una atención inmediata y un seguimiento estrecho, lo que facilita una recuperación más satisfactoria porque “el paciente es evaluado por diferentes especialistas que toman decisiones sobre su tratamiento de forma eficaz”.
Seguimiento cardiorrenal
Los pacientes de la Unidad Cardiorrenal reciben al inicio de su consulta una historia clínica completa, una analítica, una ecografía y el posterior ajuste de tratamiento. Así, las patologías más comunes que los profesionales tratan en la consulta son la
cardiopatía isquémica coronaria, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal crónica, diabetes, hipertensión arterial y dislipemia.
Tal y como explica Desirée Luis, “se realizan tratamientos personalizados ante cada cuadro clínico, pero sobre todo se
optimiza el tratamiento diurético, que ayuda a que los riñones liberen más sodio en la orina, se trata la anemia con hierro y derivados de la eritropoyetina, una hormona producida por los riñones”.
En general, los pacientes con insuficiencia cardíaca padecen de
retención de líquidos y necesitan diuréticos para orinar, sobre todo si tienen una patología renal asociada. Si un usuario no responde de la forma esperada a la administración de diuréticos en dosis altas y en combinación, seguirá presentando líquidos acumulados y no se evitará la insuficiencia cardíaca. Para este tipo de casos, el trabajo conjunto es esencial, para derivar al paciente a diálisis peritoneal, una técnica que se realiza en casa y cuyo objetivo es ayudar a extraer el líquido que los riñones no son capaces de eliminar.
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