Baleares se convertirá en la
primera comunidad autónoma que dejará de conceder licencias de juego. El vicepresidente del Govern y conseller de Transició Energètica, Memòria Democràtica i Sectors Productius,
Juan Pedro Ylanes, ha anunciado la revocación definitiva de la última licencia pendiente de apertura para una sala de juegos en Baleares, en Marratxí, que se suma a la ya revocada licencia de otro local en Inca, cuyo plazo de apertura venció en febrero.
El vicepresidente ha dado a conocer una propuesta de modificación de la Llei del Joc que incluye, entre otras cosas, la
moratoria automática de nuevas licencias hasta que el número actual de salas de juego y apuestas no
se reduzca a la mitad, y que acaba de superar el periodo de alegaciones. Con estas medidas, el Govern se asegura que no se concederán más licencias de juego en Baleares en las próximas décadas.
Ylanes ha querido agradecer a los asistentes en la reunión de la Mesa Social del Joc que se celebró este miércoles que haya puesto a la disposición del Govern sus diferentes perspectivas de los juegos de azar "como una
cuestión de salud pública, una cuestión social y una cuestión de convivencia vecinal, y
no una cuestión estrictamente de negocio", como, ha lamentado, "se había tratado hasta ahora".
En este sentido, el vicepresidente ha insistido en la apuesta del Govern "para las
políticas de prevención de las adicciones, de protección de nuestros menores y colectivos más vulnerables, de
paz social y convivencia vecinal", además de evitar "que la comunidad se convierta en un Las Vegas
low cost".
¿Desde cuándo regula Baleares las casas de apuestas?
La primera moratoria para nuevas licencias entre 2020 y 2022 permitió
detener una dinámica de aperturas sin límite, además de suspender las licencias a finales de la moratoria, con el objetivo de consolidar la replanificación sectorial, retardada por el impacto económico y social de los efectos de la pandemia.
También se ha dado a conocer la propuesta de modificación de la Llei de Joc 8/2014, que fijará un
máximo de 75 salas de juego por cada millón de habitantes (ahora hay 140 salas), tres casinos y cuatro bingos, lo que incluye, entre otras medidas, la moratoria automática de nuevas licencias hasta que se alcance esta cifra.
"En esta legislatura hemos conseguido el
punto de inflexión que todos esperábamos en materia de densidad de salas de juego por habitante en Baleares", ha resaltado Ylanes. "No podíamos continuar doblando la media española de salas por habitante", ha agregado.
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