La consejera de Salud y Consumo,
Patricia Gómez, ha asistido a la presentación de las conclusiones del
proyecto Hep C Free Balears para la eliminación de la
Hepatitis C en las Islas Baleares, por el cual se han
cribado un total de 1.027 personas que ha permitido
diagnosticar 124 casos que presentaban la enfermedad.
El proyecto está coordinado por
Àngels Vilella, especialista en aparato digestivo del Hospital Universitario SON Llàtzer;
Jeff Lazarus, del Grupo de Investigación en Sistemas de Salud de ISGlobal y profesor asociado de la Universidad de Barcelona, y
María Buti, jefa del Servicio de Hepatología y Medicina Interna del Hospital Vall d’Hebron.
Así, se trata de una iniciativa que cuenta con el
apoyo de Gilead Sciences y en el que se propone un nuevo modelo de atención centrado en las personas que consumen drogas en Mallorca, Menorca e Ibiza, un segmento
poblacional vulnerable con alto riesgo de infección por el virus de la hepatitis C (VHC) y
con más dificultades para acceder a los servicios sanitarios habituales.
De este modo, el objetico del proyecto busca
eliminar el virus de la hepatitis C (VHC) en las Islas Baleares por medio de un
nuevo modelo, más cercano, para simplificar y agilizar el diagnóstico y la atención del VHC para las personas que consumen drogas.
Para ello, desde el servicio de salud se llega a los
pacientes con antecedentes de consumo que son atendidos en las diferentes
Unidades de Conductas Adictivas (UCA), a los usuarios de las unidades móvil de reparto de metadona, a usuarios de Proyecto Hombre o que están en una de las prisiones de las Islas Baleares, para hacer pruebas diagnósticas y vincular las personas que consumen drogas con la atención del VHC, además de acercar los servicios asistenciales a estas poblaciones.
Estrategias de diagnóstico de la hepatitis C
Las estrategias de diagnóstico y
tratamiento in situ del VHC llevadas a cabo por el nuevo modelo de atención son ampliamente aceptadas por esta población de riesgo, como alternativa al modelo habitual, y evidencian cómo pueden ser tratadas y curadas.
La
prevalencia de infección activa, del 12 por ciento detectada por el proyecto, pone de manifiesto las carencias del
modelo habitual con las personas con adicción a las drogas y la importancia de reforzar las estrategias para aumentar la vinculación de esta población a la asistencia sanitaria, para evitar así la pérdida de los pacientes y conseguir que sean tratados y, por lo tanto, lograr eliminación de la hepatitis C.
El virus de
la hepatitis C es una enfermedad altamente infecciosa que afecta a unos 58 millones de personas en todo el mundo. De los 1,13 millones de residentes que viven en las Islas Baleares se estima que aproximadamente 1.350 individuos tienen el VHC sin tratar y de estos, unas 1.120 (83 por ciento) son personas que consumen drogas, uno de los principales grupos de riesgo de infección por el VHC a nivel mundial.
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