El Plan de Salud Mental 2015-2020 de la Consejería de Sanidad dará prioridad a la detección precoz de casos en la infancia y adolescencia y la atención a los trastornos severos. Prevé además crear 254 nuevas plazas para pacientes en los próximos cuatro años, de las que 90 serán de alojamiento asistido, 73 psicogeriátricas en residencias de la red de Establecimientos Residenciales para Adultos (ERA) y 91 en pisos tutelados. Se contratará a 19 psicólogos clínicos y seis pisquiatras, entre otros trabajadores.
El Gobierno asturiano ha dado a conocer el documento que define la estrategia que seguirá para hacer frente a un problema que puede afectar a uno de cuatro adultos. El plan tiene una dotación económica propia de más de 5 millones de euros en los próximos cuatro años, que van sobre todo destinados a adecuación de infraestructuras, dado que las 40 plazas que se crearán para poner en marcha este plan y que tienen un coste de dos millones anuales van con cargo al personal ya que consistirán en "adecuaciones de plantilla en el marco del Plan de Recursos Humanos del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa).
En concreto, se estiman necesarios para la ejecución del plan seis psiquiatras, 19 psicólogos clínicos, cinco enfermeras especialistas, entre uno y dos trabajadores sociales, cuatro terapeutas ocupacionales, un pedagogo, un auxiliar administrativo, un administrativo, un auxiliar de enfermería y un profesional analista.
Detección precoz
El consejero de Sanidad, Francisco Del Busto, ha explicado que se trata de un "plan ambicioso y documentado, un trabajo riguroso que ha sido consensuado con los profesionales y las asociaciones, y que responde bien a las necesidades que se detectan en los pacientes".
Ha añadido que, además, "impulsa y desarrolla un modelo organizativo común a las diferentes áreas sanitarias, asignando los recursos con el objetivo de mejorar la calidad, la equidad y la continuidad de la atención, tratando de disminuir la variabilidad entre áreas sanitarias, servicios y programas". Uno de lo principales objetivos expresados en el documento es la detección precoz, dado que el 19,9% de la población adulta asturiana tiene riesgo de mala salud mental, con una mayor incidencia en las mujeres (24,7%) que en los hombres (14,5%).
También se considera básico protocolizar la coordinación con la Atención Primaria de Salud y revisar y completar la implantación del programa de atención a personas con trastorno mental grave o severo en toda la red, con especial énfasis en la atención de niños y jóvenes.
Acceda al documento del Plan de Salud Mental 2015-2020
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