Faustino Blanco González,
exconsejero de Sanidad del Principado de Asturias, es el
nuevo secretario general de Sanidad. Su etapa como consejero fue desde mayo de 2012 a julio de 2015 y, en este periodo, tuvo que hacer frente a una
gestión sanitaria difícil, pues coincidió con los años más duros de la
crisis económica, al tiempo que se vio envuelto en
varias polémicas.
Al asumir la
Consejería de Sanidad del Principado ya afrontó el reto de inaugurar el
Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), así como de gestionar el departamento pese a los ajustes. Previamente, Blanco ocupó la
Dirección Regional de Salud Pública desde 1991 a 1994, año en el que pasó a ser el director gerente del
Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), cargo en el que estuvo seis meses. Desde 1995 hasta junio de 2003 fue miembro del
Consejo de Administración del Sespa en representación de la
Junta General del Principado.
En su toma de posesión, Blanco explicó que uno de los principales retos sería abordar "de forma solidaria" el
ajuste presupuestario, defendiendo los s
ervicios públicos. También solicitó
la colaboración de los profesionales y la ciudadanía para hacer frente a los ajustes con las mínimas consecuencias, ya que, dijo, “sin la contribución responsable de todos será difícil sacar adelante una situación tan compleja” como la actual.
Así, el nuevo HUCA se estrenó en
enero de 2014, con un importe de la obra civil de 295,5 millones de euros y 93,8 millones para el equipamiento, además de los más de 22 millones correspondientes al servicio informático. El complejo hospitalario, durante los años siguientes, se fue ampliando y mejorando, como la puesta en marcha de un
banco de esperma y ovocitos para pacientes oncológicos.
Cuando dejó el cargo para dar el relevo a
Francisco Del Busto, el
presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, aseguró que nunca dirá que Blanco “ha fallado en su labor porque será tan falso como injusto”. Al contrario, muchos de los logros alcanzados en el último trienio y que de forma tan cicatera se minusvaloran
llevan su sello personal”.
Huelga médica y reproches de los sindicatos
Sin embargo, Faustino Blanco tuvo que enfrentarse a varias polémicas, una
huelga médica y el reproche de falta de diálogo y de negociación por parte de los sindicatos.
La huelga, motivada entre otras cosas por la mejora en las condiciones laborales de los médicos, terminó en empate. Después de tres meses de paro intermitente y con casi 100.000 asturianos en lista de espera, el
Sindicato Médico (Simpa) y la Consejería de Sanidad firmaron un acuerdo que ponía fin al conflicto. En Sindicato consiguió evitar que los facultativos tuvieran que recuperar por las tardes el descanso de las mañanas posteriores a las guardias nocturnas.
Pero es que, además, la
Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo de fecha 28 de mayo de 2015 confirmó una sentencia que dijo que la Consejería de Sanidad había vulnerado el derecho fundamental a la huelga al fijar como servicios mínimos el 100 por ciento de los facultativos en todos los dispositivos de urgencia. Motivo por el cual el Simpa pidió públicamente la dimisión del Blanco.
Otra de las polémicas fue que, ya en 2017, una i
nvestigación sobre las listas de espera de la sanidad asturiana culpaba al exconsejero de
falta de transparencia. En concreto, esta propuesta de dictamen r
esponsabiliza políticamente al anterior consejero de Sanidad, Faustino Blanco, y al entonces gerente del Servicio de Salud del Principado, Faustino Suárez, del parón informativo sobre listas de espera entre junio de 2014 y octubre de 2015, periodo en el que dejaron de publicarse.
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